El coronel Reynaldo Rojas, subcomandante de la institución, explicó que la inusual historia comenzó cuando el engañado, ahora acusado de hurto, extrañó a su esposa y decidió rastrear su ubicación a través del GPS.
La señal del teléfono de la mujer marcaba que ella se encontraba en la vía al aeropuerto de Palonegro, adelante del municipio de Girón, donde están localizados varios moteles.
El marido decidió ir al lugar y para su sorpresa, vio que la mujer salía de uno de los establecimientos de amor clandestino junto a un hombre que resultó ser el jefe.
En medio de los reclamos, el ofendido decidió robar a su rival un teléfono celular de alta gama, una cadena de oro valorada en más de 20 millones de pesos y un arma de fuego.
Así dejó a la pareja y con el botín se fue a desahogar su pena, pero fue capturado por la Policía.
Ahora, el hombre tendrá que responder ante la justicia por el delito de hurto agravado y porte ilegal de armas de fuego.
En pocas palabras, este infortunado hombre, cuya identidad las autoridades mantuvieron en reserva, quedó encarcelado y sin mujer.
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