El dispositivo, creado por Vadim Kibardin, cuenta con una base y un anillo magnético donde se acopla el mouse y hace que flote en el aire.
Al posar la mano en el ratón, el dispositivo aguanta hasta 1 kilogramo de peso y levita a 10 milímetros.
Por el momento se trata de un proyecto que está siendo probado en Holanda y China y su creador está realizando un estudio de mercado para determinar la viabilidad del producto.
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