Se atribuye a Victoria la evolución de David como celebridad y estrella publicitaria, impulsada por continuos cambios de imagen que hasta entonces se discutían como arriesgados por ir contra la masculinidad más conservadora. David luce peinados con trenzas y crestas, pendientes y demás joyería, vestuario mayormente de marca.
Algunas fuentes describen a David como un fashion victim, derrochador en cuanto a su imagen personal, pues gasta enormes sumas en sus cambios de estilo. Él ha confesado que sufre una manía enfermiza por el orden.
Por otro lado el deportista es considerado como un símbolo sexual, debido a sus características físicas y su profesión, tiene a cientos de mujeres "enamoradas". Por este mismo motivo, las agencias publicitarias lo buscan como imagen de productos que llamen la atención del público femenino.
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