Sin embargo, un estudio publicado en el Archives of Internal Medicine descubrió que las mujeres que se toman una o dos copas al día son menos propensas a subir de peso. Los científicos creen que las personas que beben todos los días de manera moderada adaptan su metabolismo para procesar esa cantidad de alcohol que consumen de forma distinta que las personas que ocasionalmente beben sin moderación.
Esto aplica, por ejemplo, para las personas que comen con vino, o para los que toman un digestivo. Sin embargo, las personas que beben en exceso o que únicamente consumen alcohol los fines de semana no logran quemar las calorías que se toman y todo se convierte en grasa.
Para el estudio monitorearon el comportamiento de más de 19 mil mujeres por 13 años. Al final, descubrieron que el riesgo de obesidad era 30% más bajo en mujeres que tomaban hasta dos copas al día.
La buena noticia de este estudio es que si ya tienes la costumbre de beber vino tinto por sus propiedades, no tienes que dejar de hacerlo para bajar de peso. Pero si no estás acostumbrada a beber con la comida, este no es momento de empezar, tu cuerpo no sabrá cómo quemar las calorías y terminarás subiendo de peso.
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