El pasado 1 de octubre ocurrió un incendió en una discoteca, en España, que dejó 13 muertos y muchos heridos. Esta tragedia sucedió en horas de la madrugada, en un sector muy concurrido en Murcia.
De acuerdo con las autoridades, el establecimiento en el que inició el fuego tenía orden de cierre. El dueño ‘La Fonda’, que es colombiano, señaló que no había recibido notificación sobre ello.
Esta discoteca se caracterizaba por ser un encuentro para personas latinas. Por eso, la mayoría de las víctimas no son españolas.
Con el paso de los días se han ido conociendo los rostros de las víctimas fatales. Sus familiares piden justicia y que se realicen las investigaciones correspondientes para saber qué causó el incendio y dar con los responsables.
«Papá cuídese, cuídese mucho, que lo quiero mucho. No quiero darme cuenta que está enfermo». Esas fueron las últimas palabras que Carlos Alberto Hernández Suazo escuchó de su hija, Martha Alejandra Hernández Zamora, una de las víctimas nicaragüenses que murió en el incendio.
Con la voz cortada y los ojos llorosos, Hernández, un hombre de 80 años que ha perdido a 6 de sus 7 hijos en diferentes circunstancias, dice en una entrevista con EFE que, pese a sus innumerables padecimientos crónicos, trata de aparentar fortaleza ante la tragedia.
Hernández confesó que siente un vacío en su interior y en su mente solo tiene el recuerdo de su hija y sus dos nietos fallecidos en el siniestro; de esos males que lo aquejan a diario, ninguno le había causado tanto dolor como la noticia de la trágica muerte de sus familiares.
«Adentro es un volcán el que tengo. No se me borra el pensamiento que tengo hacia ella (su hija). Lamentablemente así es», narra el padre de la víctima.
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