Entre Valientes es el nuevo video pódcast de Tropicana, el cual es conducido por Adriana Bustos, y que busca destacar aquellas historias de superación que buscan inspirar a quienes buscan sobresalir sin importar las condiciones o circunstancias de la vida.
En el primer capítulo conocimos la historia de Paola Retavizca, una mujer trabajadora, luchadora y por sobre todas las cosas, resiliente, pues pudo redescubrirse luego de que en mayo del 2022 tras un viaje a México la diagnosticaran con una extraña condición, la cual le impide dejar de moverse.
Paola Retavizca reveló en ‘Entre Valientes’ que los primeros síntomas fueron dolor de cabeza y otro tipo de malestares que incluso la llevaron a pensar que estaba embarazada.
“Yo entro a la Clínica el 1 de junio y el 3 de junio, así de la nada, yo me quedé dormida y a las 8 de la noche y siento que mi cabeza se movía sola y siento que el brazo derecho me saltaba así. Yo no lo entendía y no me podía quedar quieta. Eran como tics. El choque más grande fue cuando yo me iba a parar y ya no podía controlar mi cuerpo y tenía un riesgo de caída muy alto”, puntualizó Retavizca.
Aunque inicialmente los médicos le dijeron que el tema podría ser psiquiátrico, posteriormente le dijeron que su condición era neurológica. El diagnóstico que le dieron a Paola fue una “enfermedad huérfana con movimientos involuntarios anormales no especificados”.
A Paola le descartaron todas las enfermedades reconocidas por movimientos involuntarios. Lo que llevó a agudizarle y a mantenerle de manera permanente el dolor de cabeza.
“Yo vivo todos los días con una cefalea que ni siquiera con un medicamento fuerte me lo quita… Yo digo que soy guayabo eterno”, comentó entre risas Paola.
Paola no se dejó amilanar por su condición y con el apoyo de su familia pudo salir adelante. Al quedarse sin empleo, tomó la decisión de poner en marcha un proyecto que le ha dado un nuevo sentido a su vida.
Como lo dijo en ‘Entre Valientes’, cambió el chip y creó un emprendimiento con desayunos sorpresa. Paola creyó que su idea solo estaba destinada para Mosquera y Funza, sin embargo, actualmente el 90% de sus clientes se sitúa en Bogotá y Soacha.
“Yo nunca me llegué a imaginar todo el alcance que Dios tenía preparado para mí. Mily Wonka se convirtió para mí en ese hijo que no nació de mí, pero nació conmigo”, sentenció.
Esta joven no solo ha encontrado en su emprendimiento una terapia para su enfermedad, sino también una manera de sustento económico y emocional.
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