En Manizales, los taxistas y conductores locales tienen un chiste pintoresco: llaman la “Amparo Grisales” a la antigua vía que conecta con Villamaría. ¿La razón?, su respuesta jocosa lo dice todo: “está vieja, pero buena”.
Villamaría, municipio de casi 70.000 habitantes, forma parte del área metropolitana de Manizales y está separada por el río Chinchiná. El acceso principal entre ambos puntos hoy es la carretera Panamericana: un tramo modernizado con doble calzada, interoperado con un intercambiador vial inaugurado en 2025 y actualmente iluminado con 101 postes translúcidos y luminarias LED para mejorar visibilidad y seguridad
Antes de que la Panamericana fuera la ruta principal, el trayecto se hacía por una carretera más antigua, angosta, llena de curvas y de tráfico ligera, conocida localmente como “la antigua vía a Villamaría”. Aunque más sinuosa y menos transitada, ha recibido mantenimiento constante, lo que la mantiene en buen estado.
Esa combinación de veteranía, buen estado y encanto rústico le valió el apodo de “Amparo Grisales” entre los taxistas locales: una mezcla de humor y picardía que refleja muy bien el tono callejero de la región.
Un guiño al humor local
El apodo revela una conexión emotiva y divertida de la comunidad: la califican como vieja, sí, pero ni lenta ni estropeada. El taxista lo dice claro: “está vieja, pero buena”.
Por: Tropicana Manizales
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