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Papa Francisco •
La muerte del papa Francisco trajo consigo un sinnumero de recuerdo, anécdotas, e historias conmovedoras y nostálgicas que exaltan su legado. Con su partida, salieron a la luz diferentes números y combinaciones que han servido para diferentes interpretaciones en el mundo; por ejemplo, para jugar la lotería o hacer el chance.
El día de su fallecimiento, muchos aprovecharon para probar su suerte, y probar si la fortuna les sonrie en el día de la defunción de Francisco, uno de los hombres más influyentes en los últimos años. Curiosamente, hay una coincidencia que está llevándose la atención de millones de personas, alrededor de la partida del líder de la Iglesia Católica.
Durante su vida, Jorge Mario Bergoglio, su nombre secular, fue un apasionado por el fútbol. Desde pequeño se declaró hincha de San Lorenzo de Almagro, equipo histórico del país del sur del continente. Su pasión fue de tal magnitud, que se convirtió en socio del club, es decir, formar parte de la institución y tener derechos y obligaciones. Para convertirse en socio, hay que pagar una cuota anual o mensual, que le ingresa a la institución deportiva.
La extraña coincidencia entre el número de socio del papa Francisco y su muerte
Mientras vivió en Argentina, el papa Francisco se inscribió oficialmente al club como socio. Cada vez que una persona se asocia a un club, recibe una identificación que detalla la información sobre una persona inscrita. En este caso, el número del socio de Francisco fue el 88.235, cifra que generó diversas interpretaciones, luego de su muerte.
La extraña coincidencia que está circulando en redes consiste en la división en dos del número. El papa falleció a los 88 años de edad, y la hora exacta de su defunción fue a las 2:35 a.m. (hora Argentina). Juntando estos dos números da como resultado 88235, el número de socio del sumo pontífice.
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De acuerdo con su carnet de presentación, Bergoglio ingresó oficialmente el 12 de marzo de 2008, dentro de la categoría de activo simple. Eso quiere decir que pertenecía a una de las cuatro clases que existen: simple, pleno, interior, y exterior.
Algunos consideran este hecho como algo divino, otros le impregnan un toque místico, y más personas expresan que se trata de una coincidencia. Francisco será recordado en la historia como uno de los fanáticos más famosos del ‘ciclón’, también conocido como el club de los ‘cuervos’, el otro apodo con el que lo recuerdan. Este apelativo se debe al color de la vestimenta de los sacerdotes salesianos, quienes fundaron el club en 1908.
