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“La voluntad de Dios fue así”: la estremecedora historia de ‘Luchito’ detrás de las risas

Luchito pasó por ‘Entre Valientes’ abrió su corazón, confesando lo difícil que fue su niñez sin sus padres.

jcarreno
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Luchito Tropicana
A Entre Valientes llega uno de los personajes más queridos y admirados por los oyentes de Tropicana, ‘La Más Bacana’. Se trata de Luchito, el humorista que día tras día alegra a la audiencia con sus contenidos de humor tanto en radio como en las redes sociales. No obstante, en esta ocasión abrió su corazón y contó la inspiradora historia que hay detrás de los chistes, las ocurrencias y las populares carcajadas que esboza en cada una de sus intervenciones en el programa ‘Cómo Amaneció Bogotá’.

A pesar de que sus miles de seguidores a diario lo ven sonriente y muy alegre, lo cierto es que detrás de ese personaje existe una historia de superación y dolor. Un dolor que, si bien no escogió, pudo sortear gracias a su tenacidad, valor y alegría. Muchos conocen a Luchito, pero pocos a Elmer Castro, un santandereano oriundo del municipio de Charalá.

El nombre de Luchito se originó luego de que su abuelo le dijera así en el acampo, aunque él nunca supo por qué. Al buscar un nombre artístico para su personaje humorístico se acordó de cómo le decía su abuelo y así se quedó.

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La difícil infancia de ‘Luchito’

 

La infancia de ‘Luchito’ no fue fácil. Perdió a su mamá al mes de nacido y su padre lo abandonó. Una tía lo tuvo durante unos días y al mes sus abuelos lo llevaron a vivir con ellos. La mamá del humorista perdió la vida a los 23 años y en palabras de Luchito, lo que tendría para decirle si ella estuviese viva fuera: “Lo logré”.

“Siento que me faltó amor desde pequeño. Yo nunca conocí un abrazo de mi abuelo y mi abuela murió cuando yo tenía 5 años. Cuando enterraron a mi abuela, yo me aferré al cajón y no podía soltarlo. Me quedo solo con mi nono en el campo y luego aparece mi madrina, pero cuando yo tenía 11 años la mató un rayo”, confesó el humorista.

Aunque la infancia de Luchito fue muy compleja, él nunca quiso cuestionar su suerte y los planes que Dios tenía para él. “Me adaptaba a seguir y trataba de llenar los vacíos con trabajo en el campo. Yo jugaba solo y no tenía amigos”, agregó.

La historia de Luchito estuvo marcada de sufrimiento, pero también de valentía. No tenía grandes recursos económicos y desde niño tuvo que trabajar recogiendo café. En medio de su estremecedor relato, aseguró que, si pudiera devolver el tiempo y pedir algo, lo que pudiera, sería el tener una familia.

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