
Fue precisamente Rafael Orozco un ícono cuando apenas iba surgiendo en el vallenato Diomedes Díaz, quien fue su gran amigo y a quien bautizó como ‘El Cacique de la Junta’. De hecho, el primer éxito de la carrera del exvocalista del Binomio de Oro fue una composición de Diomedes: ‘Cariñito de mi vida’, canción que ‘El Ídolo’ grabó al lado de un reconocido acordeonero y productor llamado Emilio Oviedo, oriundo del municipio de Pelaya, Cesar.
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Antes de su éxito con el Binomio, Rafael Orozco dio sus primeros pinitos a mediados de la década de los 70, cuando conoció a Emilio Oviedo en una parranda en Aguachica. El acordeonero recordó que lo contrataron para amenizar una feria en aquel municipio cesarense.
Como el acordeonero no tenía cantante, él mismo interpretaba las canciones, tanto así que quedó disfónico. Fue entonces cuando Orozco se acercó al músico y se ofreció para cantar una canción. En aquella ocasión escogió el ‘Trovador Ambulante’, tema de Los Hermanos Zuleta. Desde ese momento, Rafael impresionó con su voz y con su alegría. Inmediatamente Orozco y Oviedo forjaron un vínculo que con el tiempo tomó fuerza y le permitió al cantante empezar a construir su camino en la música hasta que pudo grabar su primer éxito, composición del ‘Cacique’.