El merengue es el ritmo más difundido y desnaturalizado

Tota

Caracas.- Se inició el VI Encuentro Coral José Antonio Calcaño, en conmemoración a los cien años de su nacimiento.

Ayer también estuvo en esta Redacción la profesora dominicana Mayra Peguero, quien durante el evento dictará un taller en el Celarg, hoy (3:30 pm a 5:00 pm), mañana (2:00 pm a 5:00 pm) y el viernes (3:30 pm a 5:00). Versará sobre Ritmos dominicanos en la música coral.

“Específicamente hablaré sobre el merengue, que es el ritmo más difundido y, lamentablemente, desnaturalizado de nuestra música. El merengue como forma popular, ha perdido mucho, con excepción a lo que últimamente ha hecho Juan Luis Guerra”.

Comenta que el merengue tiene “una energía y una alegría especial. Mi preocupación es dejarle a los directores y coralistas venezolanos lo auténtico del merengue dominicano de verdad”.

A su juicio, señala como responsables de la degeneración del característico ritmo quisqueyano la difusión a través de los medios de comunicación social de “mala música, grosera y vulgar. Claro, eso pasa en muchos países. Como el merengue es música popular, hubo mucho tiempo que los académicos no lo valoraron”.
Peguero dirige cinco coros en Santo Domingo: el Coro Nacional de la República Dominicana (77 integrantes), el Coro del Conservatorio Nacional de Música (20 integrantes, un coro infantil y dos coros “vocacionales”_de aficionados_ uno de una institución bancaria, y el otro de un club social.

Esta docente musical nació en San Francisco de Macorís, y se graduó en el Conservatorio Nacional de Música en 1970. Realizó cursos de perfeccionamiento y especialización en música en el Real Conservatorio de Madrid, en el Santa Cecilia de Roma y en la Universidad de Chile.

Explicó Mayra Peguero que ha tenido la ocasión de montar música de compositores y arreglistas venezolanos con sus coros: Francisco Zapata, Alberto Grau, Inocente Carreño y Modesta Bor.

Con respecto a otros ritmos dominicanos, mostró algunos otros que no son tan difundidos internacionalmente como el merengue. Todos tienen como base la percusión, herencia africana. El propio merengue, nativo de Cibao, región central de la isla, se tocaba hasta finales del siglo XIX con tres o cuatro (instrumentos de cuerdas), tambora y güira (charrasca de metal). Después se sustituyeron las cuerdas por el acordeón europeo. Cuando hay más músicos, se incluye la marímbola (caja con un hoyo sobre el cual percuten uno o dos flejes) y se habla de perico ripiao.

Habló de mangulinas (ritmo a 6 por 8, acompañado por la tambora tocada con ambas manos), de la salve (2 por 4, especie de merengue mucho más lento o ritmo pambiche) y de la tumba (canto africano que no usa tambora sino tres palos de diferente longitud. Cada palo es un tambor largo hueco, con un solo parche, y se golpea por la parte de la madera).