Leo Marini cumple 80 años

Tota

MIAMI, – El cantante melódico Leo Marini, que ha sido ejemplo de toda una generación y cuyas canciones fueron revividas por artistas jóvenes en los últimos años, cumple 80 años el miércoles ya prácticamente retirado.

Nació en la ciudad argentina de Mendoza como Alberto Batet Vitaly el 23 de agosto de 1920 y cuando en su adolescencia vio la película de José Mojica “El precio de un beso” decidió que sería cantante.

“Después comenzaron a llegar los primeros discos del Dr. Ortiz Tirado, Juan Arvizu y Pedro Vargas que le definieron más su gusto por la canción romántica”, dijo el bolerólogo colombiano Jaime Rico Salazar en su libro “Cien años de boleros”.

Canciones que popularizó durante el apogeo de su carrera han vuelto a escucharse en las radios latinoamericanas en la voz del colombiano Juan Carlos Coronel.

El primer corte que promovió su sello BMG del álbum “Tributo romántico” pertenece justamente a temas popularizados por Marini, en un potpurrí titulado “En la palma de la mano”.

Coronel interpreta en ese bloque del álbum “Yo vivo mi vida” y “Caribe soy”, con los mismos arreglos que usó Marini en las grabaciones originales que hizo con la legendaria orquesta cubana Sonora Matancera.

Marini hizo primeras grabaciones en Chile, país separado de Mendoza sólo por la Cordillera de Los Andes, y luego las envió a Buenos Aires, donde comenzó a darse a conocer a fines de la década de 1930.

Ya establecido en Buenos Aires, Marini tenía ambiciones de llevar su canto mucho más allá de Argentina y Chile, por lo que grabó especialmente para unos contactos que tenía en Colombia los temas “Llanto de luna”, “Ya lo verás”, “Caribe soy” y “Yo contigo me voy”.

Las grabaciones tuvieron enorme aceptación en Colombia, país que visitó por primera vez en 1948, después de realizar su primera gira latinoamericana, abarcando Venezuela, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.

Con el fin de proyectar su carrera internacionalmente, Marini se radicó en La Habana, donde su esposa, Esther Salandari, dio a luz a su primer hijo.

Allí vivió la época de oro de su carrera al grabar en 1953 con el acompañamiento de la Sonora Matancera boleros como “Luna yumurina”, “Maringá”, “Amor de cobre”, “Tomando té”, “Historia de un amor” y “En la palma de la mano”.

Más tarde se radicó en Bogotá por un tiempo antes de regresar a Buenos Aires, donde reside actualmente, pero viaja a países vecinos de vez en cuando para hacer presentaciones nostálgicas.

Su vasto cancionero ha incluido asimismo boleros como “Amar y vivir”, “Luna lunera”, “Margot”, “Somos”, “Cobardía”, “Qué me importa” y “Dos almas”.