Oscar D´León o la fuerza mayor de la salsa

Tota

A este venezolano lleno de ritmo y movimiento le han apodado El León de la Salsa, Salsero Mayor, Sonero y un sinfín de títulos, pero Oscar D´León no encuentra un término que defina su trabajo.

Mejor que lo escuchen, él lo que hace es música.

”Soy un artista, interpreto de todo un poquito”, afirma, con su pronunciación impecable, su voz fuerte y clara.

“Me considero versátil en la materia”.

”Canto bolero, merengue, balada, ranchera, cha-cha-chá”.

”Puedo cantar samba y hasta tango”.

Mientras habla por teléfono desde el celular de su camioneta, maneja por las montañas de su tierra, al oeste del Avila.

”Ahora mismo estoy disfrutando de la montaña, rodando por la montaña”, dice, camino hacia lo que llama su finquita.

Vá a descansar. Acaba de llegar de una larga gira por Europa donde, como siempre, causó furor.

Salió de Caracas el 14 de junio y regresó el 25 de julio, después de haber pisado escenarios de 22 ciudades(en Suiza, España, Francia, Italia, Alemania y Holanda.

Casi todas, presentaciones en festivales de jazz.

¿Un salsero en festival de jazz?.

”Bueno, me consideran una pieza importante para la relevancia del mismo”.

”La responsabilidad que inserta eso en mí es grande porque cuando una empresa monta un espectáculo de esa magnitud siempre lleva a los mejores”.

”Si depositan en mí la confianza tengo que responder”. “Tengo que quedar bien ante el público, ante los que me contratan, por mi familia y por mi país”.

El guarachero habla de manera precisa, con una gracia elegante que no parece de esta época. Sí, hay elementos de jazz en esa música que ha plasmado en 64 discos, desde 1977 hasta la fecha.

El más reciente, titulado La fórmula original (RMM), ha sido postulado para el primer Grammy Latino, que se otorgará en septiembre.

En su presentación del sábado, en el James L. Knight Center, Oscar D´León mostrará una vez más su talento para los diversos ritmos y la improvisación.

”Puedo hacer jazz cuando tengo una Big Band, pero en esta oportunidad voy a Miami con orquesta pequeña”, dice. “Haré jazz latino”.

Junto a él actuarán su hijo Yorman, que trabaja con él hace ocho años; el trío Los Hidalgos y Vladimir, el primer cantante que tuvo la Dimensión Latina, su primera orquesta fundada en 1971).

El concierto es una especie de viaje por su trayectoria musical, que contará con dos importantes invitados especiales de Miami que lo admiran: el trompetista Arturo Sandoval y el salsero Willy Chirino.

Puede que sea un homenaje al venezolano considerado uno de los más grandes intérpretes de música tropical.

“He andado por este camino tan largo tiempo que a lo mejor ya se está viendo el fruto”, señala D´León.

“El público ha creído en mí. Creo que eso es producto de todas esas facetas cubiertas durante mi carrera”.

“Para mí es uno de los máximos exponentes de la música cubana”, asegura Sandoval. “Ha sido siempre un fanático de esa música, la representa y la defiende, no ahora que hay un boom o una campaña publicitaria de la música cubana, sino desde hace muchos años”.

Dondequiera que se para, D´León se vanagloria de la extraordinaria influencia que ejercieron los músicos de la isla antillana en su trabajo.

“En el principio fue la música cubana, y siempre ha sido”, corrobora.

“Hoy le agradezco todo a esa música. Fue, es y será la que me ha inspirado. El talento viene con uno, pero después vienen las personas que te inspiran. Debo inspiración a Benny, a Celia, La Sonora [Matancera], la Aragón, el Casino de la Playa, esas orquestas cubanas que causaban en mí una inquietud cuando era un muchacho que tenía que apartar mis juguetes cuando sonaba esa música”.

Nostalgia para él es “La gente grande que ya se ha ido”, como “Benny, Miguelito Valdés, nuestro gran Tito [Puente] que siempre lo vamos a recordar”. Antiguo detractor de la palabra salsa para describir la música que hace, ahora D´León se reconcilia con ese término.

“Si no hubiera sido salsa hubiese sido otro nombre. ¿Cómo se puede llamar a un espectáculo o un festival donde van todos esos ritmos: guaracha, rumba, conga, merengue? Yo siempre estuve en contra del término, pero analizando la situación, a todos estos ritmos caribeños les hacía falta un apelativo”.

Salsa o guaracha, jazz o bolero, este cantante, arreglista y compositor es un volcán en el escenario. En estos días apacigua su fuego en los cerros, antes de llegar a Miami, y aprovecha para hacer contacto con los campesinos.

“Aquí en la montaña hay gente puramente humilde, sin recursos”, dice. “Me hace feliz meterme en las casas y hablar con la gente. Estas son mis raíces y siempre hay esa atracción, ese deseo de estar al lado de la gente que es como uno”.