Permanece vigente Lucho Gatica, «el rey del bolero»

Tota

MIAMI.– El cantante chileno Lucho Gatica, quien fue coronado en la década de 1950 como «el rey del bolero», permanece vigente a los 72 años gracias a su innovador estilo interpretativo.

Gatica, quien ha tenido varias etapas dentro de su exitosa vida artística que comenzó en su país natal hace medio siglo, nació en la histórica ciudad de Rancagua, al sur de Santiago, el 11 de agosto de 1928.

Las composiciones que lo hicieron famoso en todo el continente fueron remozadas recientemente por el mexicano Luis Miguel, quien incluso contó con su orientación en las grabaciones que hizo bajo la supervisión de Humberto Gatica, sobrino de Lucho.

«Romance», «Segundo romance» y «Romances», los títulos de los tres álbumes de boleros de Luis Miguel, incluyen temas popularizados por Gatica como «El reloj», «Contigo en la distancia», «No me platiques», «Historia de un amor», «La barca» y «La puerta».

Por su parte, el sello EMI Latin, que posee el catálogo de la época de oro de Gatica con Odeón, tiene esos y otros temas en sus versiones originales en una recopilación titulada «20 éxitos» y en varios otros discos más, los que se siguen vendiendo entre sus seguidores en el ámbito mundial.

El hermano mayor de Lucho, Arturo Gatica, un folclorista de enorme éxito en su país, fue el causante de que «Pitico», como le decían sus amigos por ser corto de vista, dejara sus estudios como técnico dental para dedicarse al canto, en el que triunfó cantando con un falsete que no ha sido superado con el tiempo.

Inicialmente se presentó acompañando a Arturo como Luis Gatica, pero el locutor Iván Silva, quien actualmente vive en Washington después de jubilarse como funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA), encontró demasiado común el nombre para un artista y le recomendó que se pusiera mejor «Lucho Gatica».

Gatica, radicado en México, continúa cantando, pero la voz que dejó perpetuada en el acetato ya no es la misma.

De todas formas, llena los lugares donde se presenta con admiradores incondicionales que no tuvieron oportunidad de verlo en persona en sus años mozos y buscan revivir una época ya desaparecida.