Sabor a sal y… a Elvis

Tota

LAS PALMAS, Islas Canarias.- Aquí donde el Sol se besa con el mar con tanta intensidad que se nos desata la nostalgia por el terruño, llegó ayer el cantante Elvis Crespo: equipado de pies a cabeza con ese aire caribeño tan nuestro y, al mismo tiempo, tan parecido a la calidez del pueblo canario.

Pero antes de visitar nuevamente este trozo de España fuera de la Península, el intérprete de Para darte mi vida hizo las apariciones de rigor en varios programas televisivos de primera línea, tanto en popularísima estación privada Antena 3, como en la gubernamental Televisión Española.

Su Wow, Flash retumbó en el estudio desde donde se realiza el programa Sabor a ti. Este espacio “marujero” (así se le llama por acá a los programas vespertinos dirigidos a las amas de casa) se transmite en vivo, con público en el estudio. Elvis apareció con la coreógrafa Yanira Félix y Ernie Herrera, entre otros: un cuerpo de baile radicado en Miami que lo sigue en determinadas giras. De ahí, a Televisión Española. Pero antes, Elvis quiso tomarse unas fotos en un par de lugares emblemáticos, digamos la fuente de Neptuno, la Puerta de Alcalá y la Plaza Mayor.

Más de una vez fue abordado por periodistas (o aquéllos que decían serlo) para pedir entrevistas que nunca se realizarían debido a la apretada agenda del artista. Un tapón descomunal combinado con la imposibilidad de encontrar estacionamiento en esta ciudad que palpita aceleradamente, retrasaron un poquitín el arribo a la televisora, donde se grabaría Música sí. Elvis cantó, adivinen… Wow Flash, frente al público más entusiasta de toda la travesía; mayormente joven. También dejó grabado uno que otro saludito navideño.

Ya más relajado siguió hacia el lugar de moda, el restaurant “Casa Lucio”, donde conseguir una reservación antes de las once y pico constituye un verdadero triunfo. El cansancio hizo una parada indefinida en el andén de su mirada, luego de saborear jamoncitos y de prácticamente obligar a todos en la mesa a comer las ostras con salsa tabasco que tanto le gustan (aunque confesó antes, que nada se compara con el ritual de sentarse a la mesa descamisado y con un abanico de costado, frente a un plato enorme de patitas de cerdo confeccionadas por su suegra). “Este hombre tiene hambre vieja”, pensamos algunos, pero nada comentamos para no echarle sangre en la herida, ni siquiera Suavemente. Después de todo, nos encontrábamos lejos… al otro lado del charco.

Al día siguiente, después de una lucha cuerpo a cuerpo con la frisa y la almohada, Elvis levantóse para dirigirse al Aeropuerto de Barajas. En Canarias le aguardaba su público español más fiel y una rueda de prensa. A grandes rasgos, durante la conferencia, se le cuestionó sobre el cambio de look y la evolución que pone de relieve el nuevo disco, en términos de la incorporación de otros géneros musicales, sin alterar el ritmo típico del “pequeña, échate pa ca style”. “La prensa se dio cuenta del cambio. Según dijeron algunos (reporteros), la producción está gustando mucho”, agregó más tarde, en un aparte, el intérprete tropical. ¿Y luego? Lo que pasó después… sólo Elvis y Morfeo lo saben. El cantante optó por una siesta extensa antes de dirigirse a un “in store” (firma de autógrafos) en uno de los tantos locales de la famosa tienda “El corte inglés”. Sobre eso, ya les contaremos.