Carolina Laó jamás se desnudaría en la tele

Tota

Santo Domingo – “Chicas, no lo crean, no hay que hacerlo. Prepárense y estudien para que logren lo que quieren”, dijo Carolina Laó cuando alguien le cuestionó acerca de la posibilidad de que hiciera un desnudo en la televisión.

“Pasarán más de mil años y muchos más y no lo haré. Tengo ilusiones y me preparo cada vez mejor para poder triunfar sin hacer cosas así. No me quiero quitar la ropa nunca en la vida”.

Con semejantes declaraciones, esta rubia colombiana dejó claro, durante un encuentro con la prensa dominicana, los senderos por los que quiere encaminar su carrera como solista.

Salsera por convicción

Esta es la primera visita que Carolina Laó hace a República Dominicana, “y me ha sorprendido como aquí se escucha el tema Dulce veneno”. La cantante ha triunfado con una balada que se inserta en su última producción y que forma parte de 11 títulos en los que no falta la salsa; “no podría”, ni el pop, el bolero clásico y la balada. “Aquí están los ritmos que le dieron origen a mi carrera y por primera vez en mi carrera estoy cantando una balada. Misteriosamente y fuera de todos los pronósticos, ha sido Dulce veneno la canción que más reconocimiento ha tenido de todas las que aparecen en mi disco. El tema lo compuso para mí Alejandro Haen, un compositor muy reconocido y la historia que cuenta me inspiró mucho porque todos hemos tenido en nuestras vidas a alguien que llega y un día se va sin pedir permiso, ni decir nada”, explica.

Celia Cruz marcó definitivamente los rumbos que tomaría la carrera de Carolina Laó: “Mi carrera comenzó cuando empecé a interpretar sus temas. Además, tuve la fortuna de estar junto a Celia en el Madison Square Garden en dos oportunidades más y eso no sólo fue un reto para mí, sino además me dio credibilidad ante el público”.

De vendedora de sándwich a estrella
En la universidad, cinco años atrás, Carolina Ovalle vendía sándwiches de pollo y de jamón y queso. Lo hacía porque, como todas las chicas, sólo tenía el dinero necesario para las fotocopias y la comida. Un día, como en un cuento de hadas, la chica fue descubierta y ahí comenzó su carrera como cantante, por lo que ahora vende discos.

“Tengo una herencia musical por parte de mi mamá, que en los años 70 fue una cantante colombiana muy reconocida. En el año 1996 hago un casting y formo parte de Alquimia, el grupo con el que me di a conocer”, señaló Carolina.
Fue la agrupación Alquimia la que le enseñó a la cantante “todo lo que sabe”. Con ella, la colombiana visitó cerca de 17 países y vendió más de un millón de discos. Ahora como solista anda por senderos propios, con un grupo que intenta, junto a ella, imponerse en el difícil mundo de la canción.

Menuda, lista para responder a cada pregunta, preparada para llegar hasta donde quiere, agradable, con la juventud y el talento a su favor, esta salsera de corazón y alma, baladista además, tiene bajo la manga muchas cartas jugadas con las que espera triunfar.