Jennifer López: 20 años por un sueño

Tota

MIAMI – La puertorriqueña Jennifer López se ha convertido en la primera actriz que mantiene simultáneamente un disco y una película en las primeras casillas de popularidad. Y eso, que aún falta por entrenarse su nueva película, Angel Eyes.

Su filme The Wedding Planner causó una sensación taquillera similar a la que su álbum J.Lo provocó en las tiendas de discos.
También ha estado muy ocupada en su vida sentimental. Tras los escándalos en los que se vio involucrada con su ex compañero Sean Puffy Combs, la diva boricua tuvo que sopesar el fin de su relación con el rapero y dar inicio a una nueva relación.

Y todo, con pocos días de diferencia. Conocida por sus romances en desventaja (estuvo casada con un mesero y su relación con Puffy fue calificada de la bella y la bestia), esta vez Jennifer está saliendo con uno de su bailarines, Chris Judd. El fue su compañero durante la ceremonia de los premios Oscar y en la gala.

Ultimamente, la artista ha estado muy ocupada seleccionando vestidos para cada una de las galas a las que asiste, de las cuales la más reciente fue la entrega de los premios Oscar, en la que sorprendió por cambiar el tipo de vestido con el que acudió. En vez de optar por alguno de sus escotes hasta el ombligo (como el famoso Versace que llevó el año pasado a los Grammy), esta vez seleccionó un Chanel de rotunda transparencia.

De Puerto Rico al Bronx
Pero antes del éxito, Jennifer era una niña pobre que emigró desde Puerto Rico a Nueva York, acompañada de sus progenitores (Guadalupe Rodríguez López y David López), en busca de una mejor vida.

Se establecieron en el Bronx, uno de los barrios más temidos de esa gran ciudad. Atemorizada por los desafíos que el barrio imponía, su madre decidió mantener a Jennifer y sus dos hermanas alejadas de las calles entusiasmándolas a que hicieran pequeños shows familiares todas las noches en su casa.

Esto hizo que las tres niñas desarrollaran aptitudes musicales. Cuando tenía 5 años, Jennifer comenzó a tomar clases de baile, una pasión que la acompañaría por el resto de su vida.

El éxito no llegó fácilmente. Jennifer tuvo que escoger entre seguir un sueño que parecía imposible: triunfar como bailarina y la universidad.

Antes de cumplir los 20 años Jennifer decidió buscar fortuna en Los Angeles, aventura a la que marchó acompañada de su primer novio David Cruz, con quien tuvo una relación de 10 años.

Selena, la película sobre la asesinada cantante fue el espaldarazo que la carrera de Jennifer estaba esperando.
Después de ella filmó Blood and Wine con Jack Nicholson y Out of Sight con George Clooney. Enseguida se convertía en la latina más y mejor cotizada de la pantalla grande.

También gracias a esta serie de éxitos vino el contrato de su primer álbum, el año pasado, con el que logró su verdadero sueño: seguir bailando.

Ego tan grande como su fama
Hoy se asegura que la fama de Jennifer ha crecido tanto como su ego: dicen que viaja acompañada de un séquito semejante a los que llevan en sus viajes los jefes de Estado.

Y lo mismo dicen que aseguró su cuerpo en $1 millón ($300 mil por su exuberante pompi), que sólo puede andar en Mercedes Benz color negro, y dormir en sábanas de seda blanca. Aunque ella ha desmentido estos rumores, muchos de los periodistas que la han entrevistado se han quejado de sus extravagancias.

Extravagante o no, lo cierto es que Jennifer López es en estos momentos una de las hispanas más famosas del mundo y que, todo este éxito y fama, no le cayó del cielo ni llegó a su vida de la noche a la mañana. Son 20 años trabajando por lograr un sueño.