El autor del tema, Fabio Zambrana, compositor, representante y vocalista del grupo boliviano, que ha logrado con este tema seis discos de oro y cinco de platino, ha decidido disolver Azul Azul para poner fin al cúmulo de problemas contractuales con Sony.
Zambrana explicó a EFE que los abogados de los cinco componentes del extinguido grupo estudian acciones legales contra su sello discográfico, que les cerró el acceso al mercado anglosajón a pesar de haber vendido en Estados Unidos más de medio millón de discos.
Este es, sin embargo, el último de los agravios de la multinacional discográfica, ya que los problemas surgieron en 1999, cuando el lanzamiento de La bomba, un éxito consolidado en Sudamérica, fue postergado en España, abriendo las puertas al grupo argentino King Africa, quien se dio a conocer con este tema.
A pesar de que Azul Azul ganó una demanda contra los argentinos por haber modificado un estribillo de la canción y logró retirar unas 25,000 copias, nada pudo hacer para recuperar el mercado español, donde el grupo boliviano sigue siendo un gran desconocido.
Zambrana informó de que Azul Azul iniciará un nuevo proceso judicial por daños y perjuicios contra King Africa.
Si en España fue King Africa quien se alzó con la fama, en Estados Unidos fue el grupo Caribbean Funk el que lanzó la versión en inglés de La bomba, pero esta vez promocionados por el propio presidente de Sony en ese país, Oscar Llord, según denunció Zambrana.
A Llord le acusan, además, de haber creado a un falso grupo Azul Azul que llegó a interpretar sus canciones en un concierto en la localidad tejana de Corpus Christi, en Estados Unidos.
El diario Corpus Christi Caller-Times descubrió la verdad y recogió la versión de los representantes de Sony, en la que reconocían que diversos intérpretes recorrían Estados Unidos para difundir la versión en inglés del conocido tema.
La violación de derechos de autor no es la única acusación contra Sony por parte del grupo liderado por Zambrana, quien ha denunciado que la filial chilena de la multinacional, con la que tienen el contrato, ha efectuado liquidaciones incorrectas de las comisiones.
Según Zambrana, en la última liquidación el error ascendía a unos $20,000 y los cálculos incorrectos han dejado al grupo en una difícil situación financiera.
Azul Azul ha recibido el respaldo del gobierno boliviano, que a través del viceministerio de Industria y Comercio se ha comprometido a efectuar gestiones ante la embajada estadounidense en La Paz.
Mientras, Sony Music mantiene un discreto silencio y asegura que dará una respuesta oficial cuando su departamento jurídico en Estados Unidos analice las denuncias.
“La disolución de Azul Azul es irreversible a menos que Sony Music rescinda nuestro contrato, porque sentimos mellada nuestra dignidad al trabajar para que otros obtengan los beneficios”, aseguró Zambrana.
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