La Selecta celebra sus treinta

Tota

RAPHY LEAVITT, La Selecta y el cantante Sammy Marrero celebran su trigésimo aniversario con el lanzamiento de un «box-set» de dos compactos que recoge veinte de los éxitos más grandes de su carrera.

La producción 30 años de éxitos, realizada por Darío González para la firma Multinacional de Rigoberto Fajardo, es el primer disco de La Selecta editado en los pasados siete años. En 1971 La Selecta sacudió el ambiente con la composición Payaso, un bolero son cuyo montuno con décimas resultó muy refrescante e innovador, convirtiéndose rápidamente en un éxito.

«Esa parte es mía, es una creación que Dios me inspiró. Raphy tuvo la cortesía, el día antes de entrar al estudio, de anunciarme que íbamos a grabar las décimas. Gracias a Payaso, La Selecta existe. Esa fue la primera canción que grabamos», dijo Sammy Marrero.

Después de Payaso, Leavitt y La Selecta grabaron con el sello Borinquen elepés como Mi barrio, Jíbaro soy, Herido, De frente a la vida, A Recorded Inferno y Carnaval.
El «box-set», cuya literatura incluye datos biográficos de Raphy Leavitt y Sammy Marrero, proporcionados por los propios artistas, se nutre de canciones de la primera etapa de La Selecta. Sus títulos son Payaso, Amor y paz, Destino humano, Te equivocaste, Jíbaro soy, Cariño y dulzura, Señorita tentación, El buen pastor, Ambiente, Falsedades, La cuna blanca, Voces del Africa, El solitario, Vive tu vida, Café colao, Soldado, Mi barrio, Dueña y señora, Cosquillita y Herido.

Excepto Cosquillita, que la grabó Tony Vega, todas las canciones son interpretadas por Sammy Marrero. «Soy un cantante simple al que Dios le dio el don de cantar. Siempre hago las cosas con humildad. No merecía que todas mis canciones se incluyeran. Camino, según el camino que Dios me señale. Si hay que empujar un camión o desyerbar un patio, lo hago para que a mis hijos nunca les falte de comer», dijo Sammy Marrero.

El cantante se conectó con La Selecta gracias al trombonista Richard López, quien se lo presentó a Raphy un jueves de septiembre de 1970. A través de tres décadas, Sammy nunca ha llegado tarde a un baile.
«Somos la única orquesta que por treinta años en Latinoamérica retiene a su cantante original. Sammy era el hombre que yo buscaba, que canta con alma, vida y corazón y que expresa con su corazón las canciones que yo he compuesto. Le agradezco su lealtad y dedicación a la orquesta», expresó Raphy Leavitt.

La vida de Sammy Marrero ha discurrido en La Selecta. En las buenas y las malas, siempre ha estado al lado del director Raphy Leavitt: en el accidente automovilístico en que falleció el trompetista Luisito Maisonet, en la consagración de la orquesta con el éxito La cuna blanca y en los años en que las disqueras no los han querido grabar.
«Lo más importante para mí es tener lo suficiente para llevar el arroz y las habichuelas a mi casa. Con eso me conformo. Soy un hombre sano que siempre ha pisado la tarima con el respeto que se pisa un santuario», dijo Sammy Marrero.

La Selecta ha trabajado duro durante tres décadas y sigue marcando el son de Borinquen.
«Mi meta fue clara: hacer una orquesta que interpretase un repertorio diferente y selecto. Por eso el pueblo no olvida canciones como Soldado, Vive tu vida, Amor y paz y otras que llevan mensajes de la vida real que han trascendido generaciones».