Los 51 años de Ismael Miranda

Tota

“Ya no cumplo más años, sino que celebro el día de mi nacimiento”, así reaccionó el salsero Ismael Miranda al ser sorprendido el pasado martes en la noche, durante un agasajo organizado por varias amistades en el Café Versalles de Hato Rey.

Lo que parecía ser un viaje a cenar junto a su esposa e hijos terminó siendo la celebración de un año más en la vida del “Niño bonito de la salsa”.”Me dijeron que veníamos a este lugar a recoger varias amistades y continuar luego para la cena.

Cuando entré, me encuentro con todas estas personas gritando ¡Sorpresa!”, explicó aún algo emocionado Ismael.
Queriendo conocer un poco sobre cómo había transcurrido su día, el sonero nos explicó que, durante la mañana, había vivido un momento muy especial. “Cuando me levanté, mi esposa e hija me cantaron cumpleaños en la sala de mi casa.

Me regalaron abrazos y unas tarjetas que me gustaron mucho”, confesó. Motivo de mucha alegría fueron también varias llamadas que Ismael recibió de amistades que viven fuera de Puerto Rico. Entre ellas mencionó la recibida por su amigo Camilo “Azuquita” desde Francia, otra de Danny Rivera desde California y otra de su hija que reside en Orlando.

Agradeciendo la oportunidad de contar con tantas amistades y logros en su carrera, el intérprete de La copa rota se mostró muy optimista para este nuevo año de vida que apenas comienza. Entre los proyectos que le mantendrán ocupado próximamente se encuentra el lanzamiento en junio del disco grabado en vivo durante su pasado concierto en Pier 10, la transmisión por TV 6 el próximo 7 de marzo de un especial que resume su presentación de esa misma noche, y varios viajes al exterior.

“Entre los contratos que tengo para otros mercados se encuentra Orlando, Panamá y Venezuela. Además, en julio lanzo otro trabajo musical bajo el sello Universal y que se llamará Vengo con todo, señaló el artista no sin antes agradecer la participación de Gilberto Santa Rosa en ambos álbumes.

Mientras la fiesta se encendía, Ismael nos confesó que, al soplar la vela de su bizcocho, su único deseo sería vivir con mucha tranquilidad, unión familiar y conservar sus amistades. ¿Qué planificó para cerrar la noche de sus 51 años? “Me imagino que ir a mi casa, esto parece que se acabará tarde y mañana salgo para Venezuela a cantar en un carnaval”, explicó sonriendo.