Zarabanda: El sonido que viene arrasando

Y no rosa precisamente. Con formación académica y la experiencia de haber sido parte, respectivamente, de reconocidas orquestas y agrupaciones cubanas, estos jóvenes músicos (quienes pertenecen a la banda que acompaña al sonero Willy Chirino), han vencido mil peripecias antes de llegar a Miami e integrarse a un proyecto que los hace felices, donde pueden hacer música sin limitaciones, censuras ni ataduras de ningún tipo.

“Yo soy pinareña y estudié música en la Escuela Nacional de Instructores de Arte, de La Habana´´, dice con marcado énfasis Marleni Ramos Esquivel, de 26 años, quien se graduó en percusión menor y guitarra: “Era malísima en guitarra. Tanto, que dejé de tocarla. No era lo fuerte mío.

Pero había que dominar dos instrumentos, además de estudiar piano. Me especialicé en dirección coral y de eso di clases en Pinar del Río, además de actuar después con el Conjunto Sonorama.

Ramos indicó que después cantó en el cabaret Capri de La Habana. Finalmente, salió de gira a Panamá y Argentina, donde vivió y actuó por cuatro años. Allí hizo coros para el cantante venezolano José Luis Rodríguez, El Puma. “Hace tres años que vivo aquí y desde que llegué empecé a cantar con Willy´´.

Chirino tiene el proyecto de sacar un disco de Ramos como solista bajo su sello Latinum. “Ese es otro proyecto maravilloso que está andando´´.

El grupo se presenta últimamente, cada viernes y sábado, en el club Hoy como Ayer (2212 S.W. 8 St. 305 541-2631).

“Allí hacemos descargas de son, guaracha, jazz latino´´, dice Ramos. “Hacemos voces y complacemos peticiones.

El pianista del grupo, Juan Carlos Valladares, de 37 años, agrega: “Hacemos lo que nos gusta. Cuando tenemos actuación es el día más feliz de la vida´´.

Valladares, “el abuelo del grupo´´, comenta divertido que tras graduarse de piano en la Escuela Manuel Saumell y el Conservatorio Amadeo Roldán, trabajó con Los Barbas, Síntesis, Pedro Luis Ferrer, Raúl Gómez y estuvo cinco años con la banda de conciertos del ejército: “Fue cuando me cogió el Servicio Militar Obligatorio, que acabó conmigo, y, cuando pude salirme, empecé con el grupo Monte Espuma y después dirigí la banda de Amaury Pérez´´.

El pianista salió de la isla hace cinco años, gracias al sorteo de visas asignadas a Cuba: “Cuando llegué, muchos de mis viejos colegas no me recibieron como yo esperaba y, como tenía mujer y dos hijos, tuve que arrancar en la construcción hasta que me tropecé con Lalo [Vázquez] en el Nostalgia y empezamos a descargar. Fue él quien me ofreció trabajar con Willy y después con Zarabanda´´.

Por su parte, Leo García, de 30 años, percusionista del grupo, estudió en la Escuela Amadeo Roldán de su natal La Habana y trabajó por cinco años con Afro Cuba, haciendo giras constantes por Europa y Latinoamérica. Desde que llegó a Miami, hace dos años y medio, se vinculó con Chirino y con los músicos de Sarabanda.

Vázquez, de 34 años, es el director y bajista de la agrupación. Casado y con dos hijos, se graduó de guitarra clásica en la Escuela Nacional de Arte e impartió clases en su ciudad de Camagüey. Más tarde, en La Habana, trabajó con el grupo de Martha Jean Cloud y la orquesta del Internacional de Varadero. “Logré salir de gira internacional por Europa con un grupo de jazz´´.