Según dice, durante los 15 años que cantó y bailó al frente de esta institución de la salsa, aprendió las leyes de la vestimenta sin que éstas desentonaran con su jovialidad.
“Vengo de El Gran Combo, que siempre para las tarimas le gustó vestirse”, precisa el cantante para justificar su gusto por la elegancia.
PRIMERA HORA acompañó a Andy Montañez a la tienda Madison de Plaza Río Hondo para escoger el vestuario que usará en los conciertos que ofrecerá este fin de semana en la sala “Antonio Paoli”, en los que marcará sus 40 años de trayectoria musical y 60 de edad.
De primera instancia, el salsero expuso su timidez para posar a la cámara, mas era su peculiar simpatía lo que superaba su vergüenza. Sin perder tiempo, atendió las recomendaciones del gerente José A. Quijano, quien, consciente de sus preferencias, le mostró varias combinaciones de trajes que, en su caso, son tamaño 40.
Andy Montañez confiesa que su gusto se inclina hacia los colores tierra, como el marrón, el crema, el verde olivo y, en lugar de negro, prefiere el azul marino.
El vocalista de “Las hojas blancas”, en tiempos de El Gran Combo de Puerto Rico, no suele escoger la ropa del diario. Esa es una de la pocas tareas que puede delegar en otra persona hasta que le toca subir a una tarima, confiesa. “Cuando voy a trabajar soy yo quien busca la ropa, pero para el diario me la escogen”, comentó.
La diferencia estriba en que para cantar considera elementos como la escenografía, el repertorio que vaya a interpretar y la comodidad para bailar.
Como ejemplo, menciona que para “Los 100 años de Andy” integrará un popurrí de canciones latinoamericanas para lo que quisiera vestir “más informal”, como una chaqueta combinada con un suéter en tonos crema y verde olivo.
“Me gusta vestir… No es formal, pero no me gusta la ropa muy juvenil, sino más elegante”, abundó.
Andy Montañez tendrá un total de cuatro cambios de atuendo, que adornará con detalles, como un sombrero Panamá, corbatas y pañuelos en conjunto.
“Para el concierto tengo que estar bien chulo”, apuntó mientras concentraba su atención en el entalle del vestuario.
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