Gilberto Santa Rosa un cuarto de siglo de cosecha

Tota

ARROPADO por una manta de “Emociones” –título que lleva su gira de conciertos– se encuentra el salsero Gilberto Santa Rosa, ya que está celebrando sus 25 años de carrera musical, los que describe como una bendición de la vida que le ha permitido alcanzar más de lo que ha soñado y planificado como artista.

El salsero, quien a los 14 años debutó de la mano del maestro Mario Ortiz, expresa a PRIMERA HORA que, pese a que ha logrado mantener una posición exitosa, no puede sentirse realizado “porque uno siempre está en la búsqueda de algo, aunque no se puede ser malagradecido”.

En esta celebración de 25 años de aniversario confiesa que ha tenido “más de lo que yo soñé y planeé. Algunas cosas me llegaron y otras las planifiqué. Si mañana no pasara nada más con mi carrera, sería el tipo más feliz de la tierra porque ha sido una bien linda e intensa”.

Gilberto Santa Rosa, quien no piensa hacer ningún tipo de celebración especial por sus 25 años de trayectoria, ya que está enfocado en su gira, que comienza la semana próxima en Santo Domingo, admite que de las cosas que le han llenado como artista, aparte de la fama de que goza, ha sido la aceptación del público.

Además, añade, otra virtud es la oportunidad de brillar con luz propia, porque “hay compañeros míos que son talentosísimos y por una razón u otra no han tenido éxito como solistas o se han quedado trabajando en otras agrupaciones, cosa que no está mal, pero no han corrido la misma suerte que yo”.

“El triunfo mayor que he logrado es tener una carrera en lo que más me gusta hacer (cantar). Uno mira para atrás y dice: ´Caramba he tenido la oportunidad de vivir de esto y hacer turismo al viajar a los diferentes países donde me he presentado´”, reitera el vocalista, quien en sus inicios perteneció a la orquesta La Grande.

Para “El Caballero de la Salsa”, profundo admirador de Rafael Ithier, director de El Gran Combo, los riesgos en su vida han sido su decisión de ser cantante, su salida de una orquesta para hacer una carrera como solista, su presentación por vez primera en el Centro de Bellas Artes de San Juan y cuando disolvió su agrupación.

El músico, quien está en los últimos arreglos de su nuevo álbum para Sony Music, que incluirá salsa y boleros, sostiene que “para lo único que improviso es para cantar. No me puedo acreditar todo, he tenido gente a mi alrededor que me ha abierto las puertas, yo puse la parte de que he sido un trabajador”.

Lo más que se ha gozado en este cuarto de siglo es “haber tenido razón y seguir la ruta”.
“Tuve el apoyo incondicional de mi familia cuando decidí en cuarto año (de escuela superior) ser cantante, nadie puso el grito en el cielo en mi casa. Creí que ésa iba a ser mi carrera y seguí mi sueño”, apunta.

El intérprete de “Perdóname” y “Que se lo lleve el río”, quien cumplirá 40 años de edad en agosto, comparte que “la primera vez que entré al estudio (de grabación) Borinquen Records en Río Piedras, para mí era como estar en Disney. Yo vi aquello y era tan deslumbrante al ver la crema y nata de los músicos de aquel entonces”.

“Cuando yo grabé mi primer disco allí estaba la flor y nata de lo que era aquel tiempo. Tenía 14 años con pánico y tenía una voz como el ratoncito Miguel. Pero canté con Santitos Colón y Elías Lopés”, acota el sonero.

Su espectáculo “Emociones” partirá de Santo Domingo para Radio City Music Hall en Nueva York, luego a Panamá y el fin de semana del 9, 10 y 11 de agosto estará en el Centro de Bellas Artes de San Juan, para culminar en octubre en Miami.

Gilberto Santa Rosa asegura que cada concierto provocará emociones variadas y que el repertorio se ajustará al país en que se presente.