El público llenó anoche el teatro James Knight Center, a pesar de la lluvia y de las acusaciones en las radios del exilio cubano de una supuesta estrecha amistad de Manzanero con el gobernante Fidel Castro, lo que desmintió el músico y lo calificó como una “injuria”.
Anunciado como un homenaje a su trayectoria artística de mas de 50 años, el recital comenzó con el clásico “Adoro”, uno de sus mayores éxitos, que fue coreado por un público entregado desde el primer momento.
El maestro de la música romántica, de 67 años, hizo un recorrido cronológico de sus principales éxitos, entre los que no faltaron “Esta tarde vi llover”, “Somos novios”, “Contigo aprendí”, “No se tu”, “Como yo te amé” y “Voy a pagar la luz”, entre otros.
Acompañado por el trío “Los Murales” de Yucatán (México), ofreció canciones de José Alfredo Jiménez e hizo dúos con Rafael Basurto, la voz de “Los Panchos”.
Basurto y Manzanero se estrecharon en un abrazo antes cantar juntos (“Nos conocemos desde pequeñitos”, dijo el primero) y para deleite y suspiros del público recordaron viejos éxitos de “Los Panchos” como “Rayito de Luna”, “Sin ti”, “Se te olvida” y “Me voy p´al pueblo”.
Durante las dos horas del concierto, Manzanero estuvo omnipresente, recorrió una y otra vez el escenario mientras cantaba, adornaba con su piano muchas de las canciones y acabó dirigiendo la orquesta.
Estuvo dicharachero, ocurrente y hasta se permitió hacer chistes constantes sobre su estatura. “Espero que me vean”, dijo cuando se sentó la primera vez en un taburete frente al piano.
También confesó que cuando se casó con su tercera mujer, Leticia, mucho más alta y joven que él, para la foto de la boda ella tuvo que arrodillarse para no dejarlo en ridículo.
No tuvo reparos en reconocer “lo inmensamente feliz que soy con Leticia” y cuando agradeció al hotel donde se hospedaban en Miami, mencionó que esperaba que la habitación serviría para algo más que dormir.
Ambos vive en Mérida (Yucatán), donde nació Manzanero el 7 de diciembre de 1935.
El cantautor es una especie de embajador volante de Yucatán, ya que en todos sus conciertos y ruedas de prensa, como lo hizo anoche, habla de las bondades turísticas de la península y de que hay algo más que el balneario de Cancún en esa región mexicana.
Durante el concierto y mientras cantaba Manzanero, un hombre desde la platea gritó “Viva Cuba Libre” y el compositor, sin perder el hilo de la canción, le dijo “Dios me lo bendiga”. Cuando el mismo hombre gritó por segundo vez, el público lo acalló.
Manzanero ha tratado de congraciarse con la comunidad exiliada cubana de Miami, reconociendo el papel destacado que han tenido en el progreso de esta ciudad y al principio del concierto la saludó de una forma muy cariñosa.
Pero el compositor reaccionó indignado ante unas acusaciones que se habían hecho en días anteriores en emisoras cubanas de Miami, donde se daba a entender que mantenía una estrecha amistad con Fidel Castro.
“Jamás he estado en Cuba y nunca me he encontrado con el señor Castro”, dijo en una rueda de prensa el pasado jueves al anunciar que demandaría a las emisoras que lo acusaron de esa “injuria y calumnia”.
El público puesto de pie despidió a Manzanero y cuando ya estaban encendidas las luces indicando que había terminado, el cantautor volvió al escenario, se sentó al piano, se apagaron las luces y el concierto continúo otros 15 minutos.
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