Chucho Valdés en festival de “latin jazz”

Tota

Chucho Valdés demostró una vez más porqué es considerado uno de los mejores exponentes del “latin jazz”.

Subió al escenario pasadas las 11:20 de la noche, con una presencia única y abriendo su espectáculo con ‘‘Cumbanchero’’, acompañado por tres talentosos y jóvenes músicos que dieron cátedra al momento de sacar las notas precisas de cada uno de los temas que interpretaron.

Valdés tiene muchas características al momento de estacionarse frente al piano y una de ellas es la forma en que realiza mágicos cambios en el ritmo de las piezas, los cuales marcan un toque único en el estilo del gran maestro cubano.

Entre los temas interpretados por Valdés hay que resaltar ‘‘Con poco como’’, original de su padre, Pedro Valdés, a quien el pianista rindió tributo al presentar por primera vez para la audiencia la composición ‘‘Guajira’’.
Otro corte que fue aplaudido y ovacionado fue ‘‘Rapsody in blue’’ (rapsodia en azul).

El momento culminante de la noche fue la presentación de Mayra Caridad Valdés, hermana de Chucho y quien derrochó alegría y simpatía de la misma manera en que entregó sentimiento en cada una de las canciones que interpretó.
El dominio sobre el escenario que tiene, su voz ‘‘espumosa’’ arropa con toda su potencia siempre salpicada de simpatía el ambiente en que se encuentra y la sutileza de interpretar las canciones hace que el público no pierda ninguna de sus entonaciones.

El dúo formado por los hermanos Valdés, con la compañía de tres fabulosos músicos (Ramses Rodríguez, batería; Lázaro Rivero, bajo y Yaroldi Abréu, conga), hicieron de esta noche algo especial para todos los que esperaban ‘‘una nueva buena noche de jazz’’.

Mayra por parte interpretó los temas ‘‘Quiéreme mucho’’, ‘‘Duerme negrito’’ y ‘‘Los nanidos’’, en este último Chucho ofreció unos celebrados pasos de baile y luego regresó nuevamente a su piano de cola negro y regaló ‘‘Variaciones sobre un son cubano’’.

En este tema el artista mezcló las sensibilidades latinas con una moderna, seductora y contemporánea vibración del jazz. El ecléctico músico, que fue nominado al Grammy Latino 2003, hizo gala de su particular combinación de lenguajes musicales y demostró su dominio del jazz vanguardista, lo que le permitió mantener a un público entregado a él, al escuchar la docena de temas que ofreció y que iban sucediendo sin estar regido a un programa, y es que él sólo sube al escenario y en la medida en que le van llegando las inspiraciones, va tocando; la banda se sintoniza con él y la “fiesta” continúa.

Sensibilidad rítmica
Una batería con mucho de orquesta y “latin jazz”, un bajo y teclados muy sensibles, así como una percusión con brillantes momentos de improvisación rítmica y precisión eran el complemento de este hombre de gran estatura.
Chucho Valdés, jovial, participativo y divertido, puso su piano al servicio de la fusión y, una vez más, salió airoso.

El artista nos había visitado en agosto del pasado año cuando ofreció un concierto en el hotel Lina, producido por Raúl Pérez Peña (El Bacho), quien no se perdió la nueva cita de su amigo.

Otro que estuvo entre el público fue el destacado musico dominicano Manuel Tejada, a quien se le vio admirado por el desempeño de Chucho Valdés, a quien idolatra por su sensibilidad rítmica.