El Salsero Ernie Vázquez abre brecha

Tota

PARA EL salsero Ernie Vázquez lanzar su primer disco en solitario, “En la ruta del sabor”, es un sueño que ha venido acariciando hace más de dos décadas, cuando se inició como vocalista en el área oeste del país.

En esta ocasión, el cantante de Guánica sorprende con una producción de ocho temas que incluye la participación de renombrados músicos, como William “Kachiro” Thompson (congas), Tito de Gracia (timbales), Pedro Pérez (bajo), Jorge Díaz (trombón) y Willie Sotelo (piano).

Los coros estuvieron al mando de Luisito Carrión, Pichie Pérez y Wichie Camacho, bajo la supervisión de Rei Peña.

El contenido de “En la ruta del sabor”, que salió al mercado a finales del año pasado, incluye ocho temas salseros de corte romántico: “Casi ciego”, “Hazme el amor y calla”, “Cuando escoja a alguien para amar”, “Para volver contigo”, “Si no buscas del amor”, “Miedo de amarte”, “Bésame” y “Amarte más”.

“El disco ya comenzó a sonar en el interior de la Isla y en las zonas sur y oeste. Hasta ahora la acogida ha sido bien buena y queremos establecernos fuerte con los salseros del área (San Juan)”, apuntó el vocalista.

Admite que la salsa no está viviendo el mejor de sus momentos, pero es consciente de que en la medida en que sigan lanzando trabajos musicales, el género no morirá.

“Sólo espero que esta producción abra brechas para las nuevas generaciones y los nuevos salseritos”, dijo.

Ernie Vázquez arrancó su carrera en la orquesta La Magnífica de Pepe Áviles, seguida de los Saxofones Mágicos y la Orquesta Guaynía, en las que se desempeñó como corista.

Esa experiencia le sirvió de preparatoria para en 1987 formar parte del trabuco musical del fenecido Frankie Ruiz, experiencia que Ernie Vázquez considera su “principal escuela musical”.

Acompañó al denominado “Tártaro de la Salsa” hasta el final de sus días, aunque su voz sólo se consignó en el acompañamiento de coros que hizo en el álbum “En vivo y a todo color”, grabado en 1989.

En 1993 formó parte de la orquesta Salsa Única, en la que debutó como cantante principal, consignando su voz en los discos “Qué pasa loco” (1993) y “No somos todos iguales” (1995).