Frustrado por la salsa ,Tommy Olivencia

Tota

EN SU apartamento en Isla Verde se respira un aire a nostalgia y a añoranzas de un pasado que, en vísperas de la celebración de cuatro décadas y media al frente de La Primerísima, Tommy Olivencia insiste que jamás se repetirá.
El músico muestra con nostalgia los reconocimientos recibidos en su carrera, los que guarda celosamente en su hogar.

Se consuela mirando los Discos de Oro, placas de los reconocimientos recibidos en su carrera, fotos con su primer cantante, Chamaco Ramírez, y escuchando los casetes de sus grabaciones en vivo y de canciones inéditas que Tite Curet Alonso le entregó hace 45 años.

La salsa, asegura el experimentado director de orquesta, se encuentra en decadencia, en su peor momento. Sus palabras, matizadas por un tono pesimista, parecen proféticas.

“La salsa está mal, yo la veo mal. Cada día son más las puertas que se cierran. No sólo en Puerto Rico, sino en países como Perú, Colombia y Panamá. Ya no hay sitios para bailar. No se puede afirmar que la salsa está viva con la celebración de un congreso al año”, señala Olivencia, con dejos de frustración.

El músico, nacido en Villa Palmeras, Santurce, fue propietario del salón El Carretero. En el umbral del 70, miles de bailadores se lanzaban a la calle y desbordaban clubes salseros como El 8 Mil, El Moroco, Lomas del Sol, Villa Edra, Rancho 7 y otros localizados alrededor del país.

“Hubo temporadas en que amenicé 35 bailes al mes. Hoy no es así. Es desesperante. Yo considero que con una orquesta tan buena como la que tengo, debo trabajar más, todas las semanas y no sucede. Me siento frustrado”.

Como también le frustra que lo llamen de Colombia, España y otros lugares para contratar sólo a sus cantantes. Meses atrás viajó a Miami y el baile se tornó en una pesadilla.

“La economía está tan mala que he tenido que viajar sin los músicos. En Fort Lauderdale no fue lo mismo. No me sentí igual. Fue difícil”.

La voluntad de Tommy Olivencia es que el teléfono suene más a menudo. Dirigir su orquesta es lo único que sabe hacer. Los días de buen administrador, en que tuvo su pizzería, son cosa del pasado.

No considera que la escasez de contratos obedezca al estigma de una industria que no perdona sus problemas con la justicia. Olivencia asegura que el pueblo le perdonó y olvidó el caso de trasiego de drogas por el cual cumplió una condena en una prisión de la Florida.

“Eso quedó en la historia. El pueblo ya se olvidó. Nunca en una tarima alguien me ha gritado que lo hice mal. Fue un error que espero que me lo hayan perdonado. Sé que paré a tiempo”.

Tampoco se siente responsable del destino de Chamaco Ramírez y Frankie Ruiz, los soneros más exitosos que desfilaron por su orquesta, cuyas carreras se arruinaron por su adicción a las drogas.

“Cuando Chamaco estaba en la droga, yo no estaba en eso. Yo traté de sacarlo, pero no pude. En la época de Frankie sí usé drogas, pero yo hacía mis asuntos aparte, afuera”.

La muerte de Chamaco, orgullo de Puerta de Tierra, Quintana y otros caseríos, aún la lamenta. El intérprete de Pa´ lante otra vez y Planté bandera fue asesinado en Nueva York.

“Me duele porque tenía mucho talento. Lo trajimos de Nueva York y llevamos sus restos al residencial y después al cementerio de Bayamón en una caravana en la que Radio Voz tocó sus éxitos”, recordó.

Chamaco Ramírez fue el primer cantante de La Primerísima, semillero de grandes voces salseras, como Paquito Guzmán, Sammy González, Simón Pérez, Lalo Rodríguez, Gilberto Santa Rosa, Frankie Ruiz, Héctor Tricoche y otros.

El 15 de mayo Olivencia celebrará su cuadragésimo quinto aniversario con El concierto para la historia en el Coliseo Rubén Rodríguez de Bayamón. Le han confirmado los cantantes Lalo Rodríguez, Tricoche, Marvin Santiago, Sammy González, Simón Pérez, Valdo Díaz, Viti Ruiz, Paquito, Jr. Acosta; el trompetista Perico Ortiz y los timbaleros Edgardo Morales y Endel Dueño.

Su esposa Paquita Olivencia, su representante artístico, anunció que el evento, financiado por el empresario Francisco Milián, será grabado y filmado para un DVD y un disco en vivo.

“Lo vamos a grabar a ver si lo puedo vender. Pero de todas maneras voy a preparar un álbum de estudio que intentaré negociar o que sacaré por mi cuenta. Yo necesito un disco nuevo”, dijo Tommy.

El 15 de mayo Angel Tomás “Tommy” Olivencia cumplirá 66 años. El artista, quien se recupera de varios infartos, tiene la corazonada de que será su última celebración.

“Mi mejor regalo de cumpleaños sería que Gilbertito cante en el espectáculo. Espero que el público me respalde porque creo que será el último de mi vida. Cada día veo las cosas más difíciles y no sé lo que pueda pasar después de esto…”.