Gilberto Santa Rosa, El Gran Combo, Cheo Feliciano y Jerry Rivera fueron recibidos la noche del miércoles en el aeropuerto Simón Bolívar de Guayaquil por decenas de fanáticos del género de la salsa, cuyo ánimo no decayó a pesar de que el vuelo llegó con más de tres horas de retraso.
Los cantantes partieron de San Juan en un avión fletado por los productores para traer a Guayaquil a las 68 personas, entre músicos y personal de producción, que participarán en el recital que ofrecerían anoche en el Estadio Modelo de esta cuidad y hoy en el Coliseo Raminahui, en Quito.
El viaje desde el Caribe hacia el centro del mundo se convirtió en una fiesta aérea en la que hasta el capitán de la nave salió de la cabina para saludar a los salseros, quienes se apoderaron del avión con un espectáculo improvisado.
Acomodados como mejor podían dentro del confinado espacio del avión, Charlie Aponte, Papo Rosario y Jerry Rivas, vocalistas del Gran Combo, entonaron melodías por más de una hora junto con Feliciano, Santa Rosa y Rivera.
“Esto es lo que hace feliz a uno, porque aparte de cumplir con el público que ha apoyado a uno durante tantos años, es un banquete poder cantar con los compañeros”, dijo a EFE, Feliciano, quien anteriormente se había presentado en la capital ecuatoriana y ahora debutaría en Guayaquil.
Agregó que esta experiencia es distinta a las giras que hacía con las estrellas de la Fania All Star, “que era un grupo de artistas que siempre trabajábamos juntos”, porque “no es usual que éstos (los que participarán de los recitales en Ecuador) nos encontremos. Esto es una reunión familiar, un gozo muy especial”.
Por su parte, Santa Rosa expresó que “ésta es una gira muy especial. Ojalá que la energía que se vivió durante este viaje continúe el resto de estos días. Se vació de música la isla de Borinquen”.
Al llegar al hotel en Guayaquil, un conglomerado de periodistas y más fanáticos esperaban a los artistas para una conferencia de prensa a la que se unió el salsero Eddie Santiago, quien también participaría en el concierto de anoche.
El Caballero de la Salsa, igual que los demás cantantes tuvieron que usar personal de seguridad para llegar a su habitación de hotel, porque a pesar de que ya comenzaba la madrugada, los admiradores inundaban los pasillos y no cesaban de solicitarle autógrafos y fotos. En la tarde de ayer se esperaba la llegada de Víctor Manuelle, quien no pudo viajar con los demás por compromisos previos.
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