El sábado en la noche Juan Luis Guerra y 4.40 comenzaron una gira musical para celebrar esos primeros 20 años de éxitos musicales. Y qué mejor lugar para dar comienzo a tan magna celebración que el Madison Square Garden en Nueva York, ciudad donde residen más de medio millón de dominicanos y otros tantos seguidores de este virtuoso artista.
Fue la noche de y para Juan Luis Guerra. Así lo demostró al empapar la tarima y todos los que allí se dieron cita con un manantial de talento musical acompañado magistralmente con su grupo 4.40.
A las 9:04 de la noche comenzó el conteo regresivo con un paquetón de abejas volando y haciendo su peculiar zumbido en las pantallas gigantes colocadas para que las 18 mil personas que dijeron presente no se perdieran el más mínimo detalle de lo que allí ocurriría la noche del sábado.
Momentos antes, a modo de aperitivo musical, el público disfrutó de la música del joven venezolano Héctor Montaner (hijo de Ricardo Montaner), y del cantautor peruano Gian Marco. Montaner interpretó tres números y Gian Marco cuatro, entre ellos “Hoy” y “Tu fotografía”, números de su autoría que fueron grabados por la cantante cubana Gloria Estefan.
Juan Luis llegó al Garden en helicóptero, uno virtual, que salió desde República Dominicana cargando un cajón que bajaría desde lo alto del techo con el espigado cantante en su interior. Juan Luis Guerra fue recibido con vítores y aplausos por un público que coreaba su nombre al unísono mientras 4.40 entonaba la música del número “Soldado”.
Era la primera noche de una gira que continuaría ayer domingo con otro concierto en Miami. Luego seguirá con paradas en Washington, Chicago, Boston, Orlando además de los países europeos España, Dinamarca, Holanda e Italia. El cantante quisqueyano llegó con la más alta disposición de complacer con su música. Inmediatamente siguió con el tema “Visa para un sueño”, “Vale la pena”, “A pedir su mano”, “Quisiera” y “Amapola”.
Para entonces ya el sonido se escuchaba con la nitidez que merece un músico de la talla del cantautor de “La Bilirrubina”, pues previamente el público reclamaba que no se escuchaba. Reclamo al que el propio Juan Luis se unió de manera solidaria pidiendo que “subieran un poquito más el volumen”.
La alegría del público era obvia a lo largo y ancho de un abarrotado Madison Square Garden. A todo el mundo se le veía bailando y cantando una y cada una de las canciones del respetado músico.
Luego del tema “Amapola”, Juan Luis Guerra hizo un popurrí de bachatas. A esto le siguió con otros dos populares temas: “Ojalá que llueva café” y “Como abeja al panal” antes de complacer a los salseros con un recuento de salsa dando muestras de su versatilidad musical y capacidad de lidiar con cualquier género con gran excelencia.
El tema “Ojalá que llueva café” fue ejemplificado con un diluvio de confeti que unido a los festejos de un público sumamente exaltado hacían retumbar la arena más famosa del planeta.
Era una noche de cantos, alegrías y fusiones rítmicas, y con el tema “Woman del callao” una vez más quedó al descubierto el dominio artístico de este celebrado artista de Quisqueya.
“Una de las cosas maravillosas que Dios hace con nosotros, porque tenemos un Dios que todo lo puede, admirable, poderoso, rey de reyes”, dijo Juan Luis Guerra en referencia al tema “Para ti”, recientemente grabado. Con marcada alegría en su rostro interpretaba la letra de lo que significa seguir el camino de Dios “donde no hay nada imposible de lograr si cuentas con la ayuda de Dios”.
Al tema “Para ti” le siguió” con “El costo de la vida” y Burbujas de amor, número que fue seguido letra por letra por la gran mayoría de los presentes.
De igual manera sucedió con la composición “Cuando te beso”.
Una vez más Juan Luis volvió a tocar su tema favorito, el de la segunda etapa de su vida, el del cristianismo.
“Después de haber escrito muchas canciones de amor he llegado a la conclusión de que no existe amor más grande que el de aquel que da la vida por un amigo. Eso fue lo que hizo Jesucristo por mí y por ti”, dijo Guerra antes de cantar “Tan solo he venido”.
Mientras Juan Luis se tomaba un breve descanso la orquesta interpretó el tema “Si tú te vas”. Con un cambio de ropa –mahones y chaqueta deportiva- Juan Luis le da rienda suelta al tema “Las avispas”, para que éstas piquen a todos los pecadores del mundo. Seguido interpretó el tema “La bilirrubina”.
Se acercaba la hora del final, pero el público seguía pidiendo más y Juan Luis accedió complaciendo a una fanaticada agradecida con los temas “El Niágara en bicicleta”, “Rosalía”, “Bachata Rosa” y “La cosquillita” antes de alzar el vuelo con su enjambre de abejas, aguijonar otras almas en su recorrido y de esa manera hincharlas de puro regocijo
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