Caliente la salsa de Chocolate Armenteros

Tota

En su niñez en su natal Las Villas, en Cuba, Alfredo “Chocolate” Armenteros aprendió de su abuelo Simeón que la vida no se debe tomar muy en serio porque el mal humor, la irritación y el enojo aceleran la muerte.

Su carácter alegre es la clave de la longevidad del trompetista y leyenda viviente de la salsa y el jazz que mañana se presentará en concierto junto a Perico Ortiz, Charlie Sepúlveda y Elliot Feijoo, desde las 8:30 p.m. en el Intercontinental Hotel & Casino de Isla Verde.

Siguió los consejos de su abuelo al pie de la letra y con una combinación de picardía, asertividad y buen sentido del humor, Chocolate Armenteros celebra la vida a los 80 años.

‘‘Dejaré de tocar cuando no escuche los acordes que me den. El músico que pierde el oído es como el boxeador que pierde las piernas”

Alfredo “Chocolate” Armenteros

“Eso es herencia de mi abuelo. Le hice caso. Desarrollé un mal genio porque no me dejaban salir a jugar pelota para enviarme a hacer mandados. Y me llené de roña y un día me dijo: ‘venga acá, mi nietecito, para qué vas a coger la vida tan en serio si, tarde o temprano, se va a reír de ti. Después que hagas los mandados te sobrará tiempo para jugar pelota’. Y así fue que comprendí esa gran verdad hasta el sol de hoy”, narró, mirando por encima de sus bifocales, el veterano músico cubano.

Los amantes del son tradicional conocen muy bien a Chocolate . La nueva generación quizás no, por lo que resulta oportuno recordar que el trompetista que nos visita ha labrado una respetable trayectoria como “side man” al lado de Arsenio Rodríguez, Beny Moré, Machito, Cedar Walton, los hermanos Charlie y Eddie Palmieri, el Grupo Folclórico y Experimental Nuevayorquino, Cachao, Paquito D’Rivera, Chico O’Farrill, Jimmy Bosch, Kip Hanrahan y otros.

Como líder, Armenteros ha editado álbumes como “En sexteto”, “Rompiendo hielo”, “Chocolate y sus amigos” y “Chocolate & His Cuban Soul”, entre otros.

“Como he tenido la oportunidad de pasar por tantas agrupaciones diferentes y de estilos diferentes, lo primero que aprendí es que hay que tener paz, tolerancia, perseverancia y disciplina. Aprendí que debía respetar al capitán de la banda y tocar para él”, asegura.

Hoy, Chocolate no puede afirmar si disfrutó más con Charlie Palmieri o con su hermano Eddie. Ni si creció más como instrumentista al lado de Beny Moré o en el conjunto del Ciego Maravilloso, Arsenio Rodríguez, donde también coincidió con Félix Chapotín.

Sin embargo, haber coincidido con el jazzista Adolphus “Doc” Cheatham es una de sus memorias más placenteras.

“Ese señor era loco conmigo y yo loco con él. Cuando llegamos a Japón, que improvisamos varios solos en ‘Cuban Fantasy’, los japoneses se preguntaban cómo yo podía tocar a su lado. Y les respondí que cada uno tenía su estilo y su manera de expresión. Que mi trompeta hablaba en español y la suya en inglés, pero con un idioma que en la música no tiene fronteras”.

Mañana, Chocolate interpretará ‘El manicero’ e improvisará en torno a los motivos de la guajira, el son montuno y el guaguancó.

Contrario a la promoción del evento, en la que se afirma que Alfredo Armenteros se retira del ambiente con la producción “Chocolate caliente”, el músico aseguró que mientras tenga labio y oído seguirá tocando.

“Yo no hago trucos publicitarios. Es imposible que me vaya a retirar definitivamente. Ahora cumpliré 58 años de carrera. De lo que me retiraré es de tocar todos los días y escogeré dos presentaciones por mes. Dejaré de tocar cuando no escuche los acordes que me den. El músico que pierde el oído es como el boxeador que pierde las piernas”, afirma.

Los boletos de “Chocolate caliente”, concierto dedicado a Juancito Torres, se consiguen en Ticket Center.