Domingo Quiñones: ‘quiero morir con las botas puestas’

Tota

Domingo Quiñones no quiere ser recordado sólo como uno de los artistas más queridos del género salsero. Desea que el día de su muerte se le catalogue como un luchador que no se dejó vencer por la adicción a las drogas.

«Quiero morir con las botas puestas y que no sólo se hable de mí como una persona famosa. El mayor elogio que puede haber para mí es que luché hasta el día que me morí y que me morí limpio», dice con serenidad.

El veterano salsero está inmerso en una gama de proyectos que podrían peligrar de encontrársele causa para juicio en una vista pautada para este lunes por una acusación de posesión de drogas.

Con esta última experiencia y sus constantes reincidencias en el vicio, el intérprete asegura que finalmente ha logrado identificar las situaciones que lo han arrastrado a este oscuro mundo.

«A los 43 años he aprendido unas cosas que conocía de lejitos, que sabía que estaban ahí y no las enfrenté. Y eran cosas tan pequeñas pero tan esenciales. Este año dije: ‘Esto no es normal, no puede ser que me levante un día y ponga en tela de juicio mi vida, mi carrera, mi palabra, mi credibilidad. Me di cuenta que no vale la pena morir», señala.

Domingo Quiñones acepta que le ha tomado mucho tiempo reconocer qué cosas le hacen recaer y esas «pequeñas cosas» a las que se refiere están relacionadas con las presiones cotidianas y la impaciencia.

«He dejado de pensar de ciertas maneras. Era una persona que, si las cosas eran el día 15, quería resolverlas el día 28 del mes antes. Y hoy he llevado a mi mente a ubicarse y a tener un poquito más de paciencia… era muy impaciente», dice el artista, quien es reconocido como «El más que canta» por su indiscutible talento.

Como parte de su proceso de rehabilitación –que hoy lleva mediante un «programa ambulatorio»–, el salsero no ha tenido que renunciar a amistades que lo induzcan a la utilización de sustancias controladas.

«He tenido dos lados de mi vida que estoy bien claro que he vivido. He sido la persona que yo soy cuando estoy limpio y las personas con las que consumo son con las personas que estoy cuando me escocoto y caigo en las garras del enemigo, o en el vicio. Ahí es que visito esos lugares y que ando con esas personas», cuenta el intérprete que recibe ayuda sicológica.

Cuenta que fue cuando se crió en el estado de Nueva Jersey que conoció ese lado oscuro. En ese entonces, dice, la droga llegaba hasta su casa y «de chamaquito» se negaba a utilizarla.

«Me crié en eso. Yo no elegí estar con este tipo de personas o vivir este tipo de vida. Creo que bastante luché para no caer y busqué llegar a un sitial dentro de mi música y dentro de mi vida personal. Todas las personas con quienes me crié, y hablo de familiares y amigos, están todos perdidos. Hermanos, padrastro… Me crié con éso en la mesa. A la hora de desayunar, ofreciéndome la cosa ésa y yo no, no, no… Hasta cierta edad que uno empieza a tomarse ciertas libertades y ciertos lujos que no me debí haber dado. De los que jangueábamos en Estados Unidos, fui el único que pudo salir porque tengo la capacidad y sé que hay un camino diferente», puntualiza.

Hoy saluda y «aconseja cuando es necesario» a estos familiares y amigos. «Y me duele porque son gente que amo y amistades que amo».

Y mientras espera su día en corte, disfruta de la avalancha de proyectos que se le han cruzado en frente.

Colmado de proyectos

Domingo Quiñones se encuentra en la fase final de un disco de fusiones de salsa y reggaetón titulado «La evidencia: Parte I», en el que participan Vico C, Tito «El Bambino» y Funky, un rapero cristiano.

«Es un disco de salsa parecido a mi disco ‘Poeta y guerrero’, que es romántico pero con letras de realidades. Es cristocéntrico con letra social, basado en experiencias. Es más alentador que nada, no es de lamento, es un disco con visión de salida y de soluciones», señala el cantante, quien asiste a la iglesia La Nueva Cosecha en Carolina.

Luego publicará «La evidencia: Parte II», hecho especialmente para sus seguidores salseros.

Al tiempo que se mantiene activo grabando sus discos, le han surgido ofertas para la actuación.

Adelanta que participará en la serie norteamericana «Law and Order», de NBC, además de figurar en la película «El Cantante», protagonizada por Marc Anthony y Jeniffer López, en la que encarna a un productor de espectáculos.

También cuenta con una oferta de Paramount Pictures para participar de una película que se comienza a rodar en enero del próximo año.

Asimismo, forma parte activa de la producción «Un coquí en Atlanta», que se presentará en noviembre en Off Broadway en Nueva York. Para esta producción, escrita por Carmen Rivera, el cantante escribió la música.