Otra Biografia de la vida y carrera de Celia Cruz

Tota

El texto recoge desde el nacimiento de Celia Cruz en octubre de 1924 hasta su muerte en julio de 2003.

Cuando el último de los aplausos despejó la multitud, se bajó del escenario para buscar a “su periodista favorito”. A Celia Cruz le extrañó verlo aún en la primera fila, más absorto en su trabajo que de costumbre.

–¡Celia, quiero escribir un libro sobre ti!–, le anunció él al recibir su abrazo.

–¡Qué va, si yo soy aburridísima! No tengo amoríos, ni escándalos… ni nada raro–, contestó ella.

Precisamente por considerar que “‘La Guarachera del Mundo’ no hizo nada mal”, el musicólogo puertorriqueño Juan Moreno Velázquez decidió reseñar su vida a través del libro “La reina es la rumba. Por siempre…Celia”.

“Yo era su periodista preferido. Tuvimos una relación bien cercana y por eso puedo afirmar que no tengo nada doloroso ni incómodo que decir de ella”, expresa para finalizar la narración del momento en que le comunicó su deseo de escribir sobre ella, tras uno de sus conciertos que no pudo precisar.

En el texto, el ahora promotor musical alterna las tres personas narrativas en un gran reportaje que incluye ilustraciones y discografía, y que toma como base las entrevistas que tuvo con Celia Cruz Alfonso, cuando él trabajaba en el periódico neoyorquino El Diario/La Prensa.

En ese sentido, se trata de un trabajo similar al que publicó en el año 2004 sobre La Lupe, “Desmitificación de una diva: la verdad sobre La Lupe”.

“Son dos caras de una misma moneda musical”, opina el escritor en referencia a las dos salseras. La particularidad en el caso de Celia Cruz es que su relación íntima con ella le permite interpretar los porqués de sus decisiones.

A través de fuentes que no revela, Juan Moreno se las arregló para conseguir una copia de dos canciones entonadas por “La Reina de la Rumba” para Fidel Castro, presidente de Cuba. La existencia de estos audios se cuestionaba, pues dañaría la imagen de Celia como icono de la emigración de cubanos anti-castristas a Estados Unidos.

“Cuando Fidel (Castro) llegó al mando de Cuba (desde 1959) era un salvador, y era lógico que le cantara. Ella se vio obligada a negarlo, para no dar explicaciones que no tenía que dar”, analiza Juan Moreno sobre el punto culminante del libro.

La estructura lineal del relato –desde su nacimiento, en octubre de 1924, hasta su muerte, en julio de 2003–, destaca el legado de Celia Cruz como figura digna de imitar por los nuevos salseros, acota el autor.

De ahí que el musicólogo le dé un tratamiento diferente a la intérprete cubana en relación con el resto de los artistas de ritmos tropicales que alcanzaron la cima en las décadas de 1960, 70 y 80.

“Los de la Fania se creían que eso no se iba a acabar, pero ella lo cogía en serio. Ella no llegaba borracha, trabajaba de sol a sol, se desvivía”, puntualiza.

En cuanto al título, explica que representa la humildad de Celia Cruz, quien, según cuenta, rehuía los honores y coincidía con él en que “La Reina es la Rumba”.

Juan Moreno escribe actualmente un libro sobre Ismael Rivera, que se titula “Maelo: hijo de Borinquen, rey de los soneros”. Continúa, de esa forma, sus investigaciones sobre la música afroantillana.