Paulina Rubio ha vuelto a encontrarse

Y a pesar de que hoy no puede asegurar que los escándalos ya no la perseguirán, afirma que ya no los manejará con “arrebatos de niña”.

“Mi piel estaba seca, ahora está humectada. Estaba cansada de mi piel y como todos los grandes workaholics como yo, te saturas. Tienes sueño, hambre, y necesitas tu casa, a tu madre”, dice la cantante, quien se encuentra en la Isla promocionando su propuesta “Ananda”.

“(Empecé en esto) desde que tenía siete años, y si no te tomas un tiempo sabático, cómo volver a encontrar tu centro, cómo volver a ver a tu familia, a tu madre, a tu abuela. Hay momentos sabáticos que son esenciales para los artistas, y en mi caso es bueno cambiar tu piel, encontrar tu centro y regenerarte”, añade sobre este año que estuvo apartada y que también utilizó para tener noches de bohemias con algunos de sus amigos de la música, lo que redundó en su nuevo disco.

Paulina Rubio es un plato fuerte para los paparazzi y la prensa del corazón. Entre los últimos escándalos en los que se ha visto involucrada se incluye el incidente que protagonizó en el aeropuerto de Miami (Florida) cuando le cayó a carterazos a un paparazzo que la perseguía desde su hogar. De esta acción dice estar arrepentida, pero pretende cambiar de actitud en esta nueva etapa de madurez.

“Cuando eres más niña, reaccionas muy de repente, y ahora trato de ver las cosas de diferente ángulo y tener varias opciones de decisión… A mí me gusta que hablen de mí, me voy a preocupar el día que no hablen de mí en los programas de televisión. Sé que esto es un juego, y juego y les doy”, comenta sonriendo.

“Y claro (que me arrepiento), porque soy ser humano, y tengo defectos, y también meto la pata. Pero siento que la gente me quiere porque soy así, porque no pretendo y se identifican conmigo en muchas cosas”, puntualiza.

La hija de la actriz Susana Dosamantes apunta que le ha costado entender que “estas personas” buscan provocar la acción para lograr las imágenes que desean.

De este proceso de madurez también goza, según expresa, de poder disfrutar de conversaciones más profundas y ser más consciente de su cuidado físico.

“Cuando pasas por la adolescencia crees que todo lo sabes. Es bonito estar en un momento en donde te vuelves más consciente de las cosas de tu país, de tu entorno, de tu comunidad, de las noticias buenas y no tan buenas, y cómo te afecta esto. Creo que Iraq nos afecta a todos, aunque vivas en Miami, porque la violencia genera más violencia”, cuenta.

La cantante reacciona de forma comedida cuando le corresponde hablar de su pareja Nicolás “Colate” Vallejo, aunque no duda en afirmar que vive un “momento tan rosa como la carátula del disco”.

“Estoy en un momento en donde tengo mucha plenitud y eso se refleja en las canciones y en cómo te vistes y en cómo estás”.

Disco diverso

Paulina Rubio presenta su producción “Ananda” como muy variada gracias a las colaboraciones de grandes “cuates” (amigos) de la música, entre ellos el colombiano Juanes, la mexicana Julieta Venegas y el argentino Coti Sorokin.

“A cada uno de ellos les admiro como artistas pero también como personas, como seres humanos. Tienen diferentes nacionalidades, pero somos latinos. Es cómo tratamos a la familia, te rompes un pie y van todos, así somos… Nos une la cultura”, señala.

En “Ananda” –que significa “felicidad” en sánscrito– dice que se ha vuelto a dar el lujo de presentar ritmos muy diversos, y sonidos como el de guitarras rancheras, flamencas y clásicas.

“Siempre he tenido la fortuna de interpretar diferentes géneros… Este disco es para sacar ese niño que todos llevamos dentro”, concluye.

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Alfiletero

Paulina Rubio confiesa que le cuesta cicatrizar las heridas pues es muy leal, “una mujer de un solo hombre”.

La intérprete dice que no le gusta hablar de ella todo el tiempo. “Se me hace muy frívolo. Me gusta hablar del yoga, del mar… Hablar de mí se me hace raro, lo que me gusta es cantar”.

Entre los puntos negativos que ve a su profesión es estar fuera de la casa, dormir en aviones y estar lejos de la familia.