Ésa fue la experiencia que vivieron los fanáticos que asistieron la noche del jueves al Centro de Bellas Artes de San Juan para presenciar el espectáculo que realizó la Sonora Ponceña, en el marco de la celebración del 25 aniversario de ese centro cultural.
Fue una velada rítmica matizada de una maravillosa interpretación salsera, dirigida por el maestro Papo Lucca y que contó en la escena con la grata presencia de su don Quique Lucca, fundador de la agrupación y quien a sus 93 años de edad deslumbra por su dinámico espíritu.
Los integrantes de la Sonora Ponceña deleitaron a sus seguidores, que casi abarrotaron la sala de festivales, con la vocalización de una selección de sus más grandes éxitos musicales, cultivados en una larga trayectoria artística que ha grabado importantes escenas en nuestra historia cultural en el transcurso de más de medio siglo.
“Juana Bayona”, “Caprichosa”, “Cuestiones de amor”, “Hachero pa’ un palo”, “Timbalero”, “Ramona”, “La clave”, “Yaré”, “Trabajando” y “Fuego en el 23” conformaron el repertorio de éxitos que, en voz de Héctor “Pichie” Pérez, Wito Colón, Danny Dávila y Edwin Rosas, hizo vibrar el auditorio.
Estas vocalizaciones salseras, que compartieron el proscenio con los bailes del grupo Salsa Sur, fueron alternadas con la interpretación de la danza “Mis amores”, un danzón cubano y la cumbia “La pollera colorá”, mostrando la versatilidad del grupo, que en muy pocas ocasiones tiene la oportunidad de complacer a su público con la amplitud de su catálogo.
La realización de la danza “Mis amores” contó con la participación estelar del versado músico Edwin Colón Zayas, uno de los cuatristas más importantes del país y, quizás, el más aventajado del gremio.
Su virtuosismo quedó patentizado en la dulzura que empleó para acompañar al “Gigante del Piano” en la danza. Mas su intervención en la salsa “Ramona” fue excepcional.
En ese momento Papo Lucca y Edwin Colón Zayas se confundieron en un mano a mano, mostrando la envidiable capacidad para la improvisación que los caracteriza, jugando con los acordes y empleando un ejercicio de rapidez y elocuencia espléndida que deslumbró a los fanáticos.
No hay duda del gran talento que posee el cuatrista natural del pueblo de Orocovis –y quien desde hace varios años reside en Aguadilla– y de lo acertado que resultó su presencia al lado de una de las personalidades más distinguidas del movimiento salsero: el señor Papo Lucca.
Otro de los atractivos que tuvo la presentación del concierto de la Sonora Ponceña fue la comparecencia del cantante Luisito Carrión, el más ovacionado de la noche.
Su intervención en la interpretación de “Yaré” fue deslumbrante. Y es que el salsero posee una de las voces más agraciadas de nuestro canto antillano que, en combinación con su incitante carisma, ha logrado convertirse en una de las figuras más queridas y respetadas de nuestro pentagrama.
Luisito Carrión provocó, además, risas entre los presentes con sus habituales imitaciones de Tito Rojas y Rafael Ithier, realizadas con una gracia singular que gusta sin tener que recurrir a la burla, ni al doble sentido.
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