“Pensé que eso era algo que sólo le pasaba a la gente en Hollywood, pero parece que es una condición de todos los mortales” expresó el cantante de 38 años al diario boricua El Nuevo Día, tras ser diagnosticado con agotamiento síquico. Durante ese tiempo, Sanz recibió terapias siquiátricas y sicológicas, para lo cual tuvo que alejarse de todo lo que pudiese causar tensión, como el teléfono y la computadora.
“Cargué pilas como nunca y me aparté un poco de los problemas que en esta profesión cargamos a diario y que terminan acabando con nuestra vida… Me enseñaron a apartar los problemas a través de terapias diarias, y a mantenerme en contacto con la naturaleza”. Con nuevas baterías, el cantante, quien retomó su gira el 6 de agosto en España, se presentará el 21 de octubre en Puerto Rico.
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