Congreso del Son y Salsa en Santiago

Tota

– Johnny Pacheco camina de gancho con su esposa, María Elena, mientras el puertorriqueño Angel Quintero se acaricia la calva frente al legendario Cuco Valoy. Aprovechando el refrigerio en el Patio Caribeño del Centro León, soneros y fanáticos de Pacheco, Chucho Valdés, Chichí Peralta y Fernando Echavarría hacen filas para eternizar su sonrisa al lado de estos artista invitados especiales del II Congreso Internacional Música, Identidad y Cultura en el Caribe (MIC), bautizado “El son y la salsa en la identidad del Caribe”.

Anoche, en el espectáculo “Caribe: Son y salsa”, el maestro Crispín Fernández, dirigió el homenaje a Johnny Pacheco, Miguel Matamoros, Rubén Blades, Celia Cruz, Benny Moré, Compay Segundo, Ismael Rivera, Héctor Lavoe, Piro Valerio y María Teresa Vera. La participación dominicana en el tributo atestiguado por miles de personas en el jardín del Gran Teatro Regional del Cibao, la encabezaron Víctor Víctor, Carolina Rivas, Tes a Tes, Milciades Guerrero, Bartolito, Cuco Valoy, Sonia Silvestre, Ileana Reynoso y Henry García.

En el proyecto convergen esfuerzos del Instituto de Estudios Caribeños, la Secretaría de Cultura y el Centro León. Están citados 64 disertantes provenientes de 15 países.

Gente

Sumando la multiplicidad de orígenes en el auditorio, la comunidad de participantes asciende a 20 naciones de distintos continentes repartidas en las diversas aulas de ponencias y debates. A propósito, durante los días del cónclave cultural, estos salones del Centro León, tuvieron un nuevo cartel. Atendiendo al ritual del son y la salsa, las mesas de trabajo se denominaron: contrabajo, tres, maracas y clave.

Johnny Pacheco confesó en un pasillo que “al principio, el reguetón no me gustaba”, pero, “luego de mezclar la salsa con reguetón con el grupo Mangú”, su actitud cambió. El compositor pepinero (creó e internacionalizó la salsa que hoy baila el mundo) camina despacio y escucha con igual atención a quienes le abordan sobre música.

El Caribe produce música que es un negocio para otros países

Vistos los escenarios esenciales del son en esta ciudad (gracias al documental “Vida sonera en Santiago de los Caballeros”, guión de Carlos Andújar y producción de José Enrique Tavárez), el director del Centro León, Rafael Emilio Yunén, insistió en la necesidad de lograr la cooperación entre los países del Caribe para estructurar la industria musical caribeña, como elemento estratégico para el desarrollo económico, social y cultural de las naciones de la región. Por ello, asumió la expresión de Keith Nurse (Trinidad), quien escribió: “La región caribeña ha suscitado grandes artistas y obras musicales sin establecer el nivel de infraestructura necesario para facilitar el crecimiento de las industrias culturales locales”.

La reflexión de Yunén rememora una tarea inconclusa del primer congreso: la integración. Por eso, dejó claro que el Caribe es rico en talentos, al decir que “existe una inmensa cantera de gente caribeña con una espontánea capacidad para trabajar como artistas, coreógrafos, productores musicales, diseñadoras, modistos, escenógrafos”, pero igual reconoció “el control del negocio musical del Caribe se ejerce a mucha distancia fuera de la región”. Y, de ñapa “paradógicamente casi todas las ganancias se generan en Nueva York, Londres, París y Amsterdam”.

Darío Tejeda habla

Darío Tejeda, presidente del Instituto de Estudios Caribeños (co-patrocinador de la actividad), confió en que el congreso “sirva para promover iniciativas que proyecten las dos expresiones musicales, pues a partir de ahora abordaremos el son y la salsa, desde una dimensión social y cultural, de modo que el patrimonio que han aportado a la cultura musical del Caribe, sea conservado, protegido y difundido”.

Tejeda recordó que la primera versión del MIC, sirvió para concretar la formulación final del Museo de la Música de República Dominicana, creado por el decreto 536-06. La educadora e investigadora musical Catana Pérez de Cuello es la directora. “Estos son logros perdurables que el país celebra y que debemos completar impulsando otras iniciativas, orientadas a revalorar y fortalecer nuestra identidad cultural a través de la música, de modo que la referida deuda cultural se vaya reduciendo”, expresó el titular del INEC.

Darío también citó los aniversarios que coinciden con la actividad. En este 2007 se cumple el centenario del nacimiento de Compay Segundo (Francisco Repilado); 30 de la muerte del también cubano Antonio Machín; 20 años del fallecimiento del puertorriqueño Ismael Rivera (Maelo) y 10 de la desaparición física del dominicano Alberto Beltrán.

También tributó un homenaje a José Castillo, símbolo del movimiento folklórico dominicano, fallecido el martes, a los 63 años de edad. En la primera ponencia magistral, la cubana María Teresa Linares, fundadora del Instituto de Etnología y Folklore de Cuba, disertó sobre “Elementos primigenios del son en el Caribe. Su relación con otros géneros de Puerto Rico, República Dominicana y Cuba”.

Linares, quien ostenta la categoría de Heroína del Trabajo en su país, dijo que el septeto habanero es un modelo del son, pues los demás siguieron su estructura. Con un dominio admirable, María Teresa desmenuzó la técnica de -los sones- como prefiere llamarle, de 1925 hasta composiciones recientes. Su trabajo basamentado en las tres primeras décadas del siglo XX, aportó ejemplos de porro, tumbao, sucusucu, entre otras ramitas del son. A las 8:30 de la mañana será la tercera conferencia magistral “Salsa, son, nación y migración”, del puertorriqueño Angel Quintero Rivera.

En el salón Clave, “El son como identidad en República Dominicana” estrena la sesión dominical en el salón Clave. Darío Tejeda hablará sobre “Rasgos de identidad. El mundo sonero dominicano” y la alemana Karoline Bahrs, disertará sobre “Concepciones de son y bachata en la identidad musical dominicana”. El sociólogo Carlos Andújar abordará “La situación del son en Santiago de los Caballeros”.

En el salón Maracas, Alejandro Calzadilla de Venezuela, evaluará “Ochenta años del son en Venezuela”. Luego Marcela Edith Quintero de Colombia, se pronunciará sobre “La 33, todo un fenómeno de independencia” y la uruguaya Marita Fornaro desentrañará el tema “El trópico Sur. Música caribeña en el imaginario del Río de la Plata”.

A partir de las 9:30 am serán los Diálogos Musicales en el salón Tres, mientras en el Contrabajo, Martha Ellen Davis de Estados Unidos hablará sobre “La historia oral del son vivo de la capital dominicana”. Luego Horacio Bakemon y Gregorio Santana, compartirán “El Club Nacional de Soneros: 20 años de aportes a la preservación y difusión del son”. Raúl Pérez Peña (sí, el Bacho) contará del Festi-Son en el fomento del género en el país.

El programa en el Centro León inicia a las 8:30 de la mañana con la conferencia magistral del cubano, Danilo Orozco, titulada “Sonexus Caribbus. Vaivén y sentir de sones, sus conexos y del Caribe en trama”.

Opinión

Citando la célebre frase de Alejo Carpentier “En la singularidad del mundo del Caribe hay un denominador común, la música”, la cubana María Teresa Linares estableció que en la región están presentes las raíces de culturas africanas e hispánicas. “Los africanos aportaron las fórmulas rítmicas y el montuno -estribillo-, mientras que los hispánicos, sus expresiones poéticas”, aseguró.

Al reconocer que el trecho caribeño ha sido cuna de poblaciones multiétnicas, la musicóloga cubana dijo que los elementos innovadores en ciertos géneros pueden, en algunos casos asimilarse y en la mayoría, desaparecer. “Las clases más humildes, conservan más su identidad”, afirmó.