Raphy Leavitt celebra sus 35 años de trayectoria musical

Tota

Huele a contrabando. En medio de las frituras, la música y las machinas, se estaciona, sigilosa, una guagua de carga. “Esa canción estuvo buena, ¿verdad? Vamos a ver si la tienen por ahí…”, dice una señora y, en efecto, se la ofrecen junto con otras 14 de diferentes cantantes y orquestas por un módico precio de $1.50.

Podría equivocarse quien piense que la industria de la piratería de discos no está tan organizada en Puerto Rico como en otros países de Latinoamérica, al menos según la experiencia que ha tenido el salsero Raphy Leavitt en las fiestas patronales.

Aquí también hay gente pobre que no tiene chavos para comprar un iPod, ni se puede dar el lujo de ser quisquillosa en cuanto a tener la carátula original con los libritos de las letras. Aquí también “abunda el oportunista” que se aprovecha de esa realidad socioeconómica para “hacer dinero a costillas de quienes verdaderamente tienen las ideas”.

“Vienen en vanes vendiendo los cedés pirateados, cogen un artista y lo mezclan en el mismo disco con otros 14 o 15, y cobran un peso, uno cincuenta. Es bien triste”, comenta el director de la orquesta La Selecta, que está listo para celebrar esta noche sus 35 años de trayectoria con un magno concierto.

Hace varias semanas, el compositor, junto con su colega Raphy Cartagena, salió victorioso del primer conflicto legal sobre derechos de autor contra productores de karaoke –la marca TropicalZone–, quienes bajo orden federal tendrán que pagarles $1,650,000 por copiar sus producciones y venderlas sin permiso.

Ahora, a Raphy Leavitt no le queda más que exhortar a sus colegas a que estén pendientes al plagio y a que sigan levantando la voz para que el público no apoye la piratería. ¿Cómo convencerlos? Fácil, dice el músico: es cuestión de generar productos de alta calidad artística, es cuestión de que la gente se percate de la inversión en tiempo y dinero y les reconozca su verdadero valor.

“Por eso, cuando pensé en hacer este concierto, me propuse elevar nuestra presentación, que la gente sienta que las orquestas no vamos ahí a la tarima a tocar a lo loco y ya, que vean que la salsa cuesta mucho sentimiento”, expresa a este diario al prometer que el espectáculo será distinto a la celebración del trigésimo aniversario y los shows en las fiestas patronales.

Esa diferencia estribará en la incorporación de números teatrales que representarán los mensajes de índole social que caracterizan las canciones de La Selecta.

Se trata de un guión y poemas de Raphy Leavitt con actuaciones de René Monclova y María Cotto, y la voz narrativa de David Ortiz Angleró.

“Ahí el público va a ver lo que es la vida real: un conjunto de sentimientos que a veces son opuestos unos a otros”, dice en referencia a clásicos jocosos de La Selecta, como “Cosquillita”, “La cuica” y “Café colao”; y melancólicos como “Payaso” y “La cuna blanca”.

La vida real actual, llena de violencia, se aborda en “el montón” de temas inéditos que Raphy Leavitt aún no graba “por lo costoso que sale”.

¿Y los $900 mil que le van a pagar por la demanda no le dan para hacer ni un disco de 8 cancioncitas?

–“Bueno, si llegan a pagármelos sí, y así voy a demostrar mi agradecimiento al público y al sistema judicial por haber hecho justicia”.

A este respecto, el abogado del letrista, Juan Saavedra Castro, informó que ya atraparon en Miami a uno de los demandados –se habían dado a la fuga–, quien podría enfrentar cargos criminales por plagio.

El concierto de La Selecta contará con la participación de una Victoria Sanabria salsera, el violín charanguero de Mariano Morales y el cuatro de Prodigio Claudio.