Con una misa en la Iglesia San Francisco del Viejo San Juan y acto posterior en el cementerio Santa María Magdalena de Pazzis de la ciudad amurallada se conmemoró ayer el cuarto aniversario de la muerte del compositor Catalino “Tite” Curet Alonso.
El acto religioso se caracterizó por la alegría de la música al son de los tambores y del “diálogo” que entablaron con un grupo de bailadoras, mientras el padre Jimmy Casellas se encargó de oficiar la misa. Un coro interpretó varias de las canciones de Tite, antes de que parte del grupo se fuera al cementerio donde yacen los restos del compositor.
Allí se le rendiría homenaje nuevamente al creador de ‘Las caras lindas’, y su compañera sentimental, Norma Salazar, le dedicaría el libro “Tite Curet Alonso: Lírica y canción”, que escribió tras años de investigación sobre su obra.
No hubo paso, pues el portón del camposanto estaba cerrado, pero allí, en medio de la calle, la música de Tite volvió a sonar en una rumba al son de bomba.
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