El dominicano presentó lo mejor de su repertorio y logró que el público disfrutara, bailara y coreara cada canción, en lo que fue la parte buena de la actividad.
El concierto se inició a las 9:20 p.m., cuando apareció el cantante. La gritería de la multitud no se hizo esperar cuando sonaron los primeros acordes de “Como tú”.
“Buenas noches, Costa Rica, gracias por todo el cariño y el aprecio que recibimos aquí. Gracias por acompañarnos en esta travesía”, dijo a viva voz el cantante.
El resto de la travesía incluyó temas como “Vale la pena”, “Ojalá que llueva café” y por supuesto “Burbujas de amor”.
No faltaron tampoco las conocidas “La llave de mi corazón”, “El Niágara en bicicleta”, “La bilirrubina”, “El farolito”, “Que me des tu cariño” y “El costo de la vida”.
El espectáculo terminó pasadas las 11 p.m., y aunque pudo ser estupendo, el espectáculo tuvo un lunar.
El lado oscuro de la noche fue el estado lamentable de la Zona E, al menos en la entrada de la gradería y gramilla general.
“Vengo asombrada y asustada; es increíble que para un evento de esa magnitud no se tomaran las previsiones del caso. Me tocó batir barro como en una chanchera”, afirmó Ivette Quesada, vecina de Tibás quien vivió el concierto desde la gradería general.
Lysalex Hernández, de la empresa de comunicación Benapres, indicó que en toda la Zona E se tomaron las medidas preventivas para evitar los inconvenientes.
El compositor nacional Jorge Castro comentó el enorme desorden que se vivió a la hora de salir.
“Me pareció que el lugar fue inapropiado para la clase de artista que es Juan Luis Guerra. Yo, como músico, iba con una ilusión enorme, al final estuve más rato en el carro que en el concierto. A la salida un borracho tiraba cerveza y no encontramos nadie de seguridad que pudiera ayudarnos”, afirmó Castro.
Al Día intentó conversar con el empresario y productor Marvin Córdoba sobre lo sucedido en la Zona E, pero al cierre de esta edición no fue posible localizarlo.
Desorden
La Cruz Roja reportó 11 personas con problemas de cansancio por las filas.
Las interminables filas a la salida del concierto. La zona estaba muy oscura y se notó poca presencia policial.
Muchas damas botaron sus zapatos llenos de barro, tras la salida del concierto
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