El tiempo de la Fania no ha pasado. Sigue vivo y latente. Así lo demostró Larry Harlow en el concierto que puso punto final al Festival Tempo Latino 2008. No fue, sin embargo, una tarea facil para el llamado Judío Maravilloso, pues lo antecedió Dave Valentín con un quinteto de fenómenos de la música: Bill O’Connell al piano, Richie Flores en las congas, Rubén Rodríguez al bajo y el extraordinario Robbie Ameen en la batería. El flautista tuvo, además, una condecendencia: apadrinar el debut de la pianista cubana Lázara Cachao. Harlow puso sobre el escenario su banda de siempre, aunque llamó la atención su peculiar forma de entender la percusión: conga, timbal y batería, y batá en lugar de bongó. El público se lo pasó genial recordando viejos tiempos al son de La Cartera o Señor Sereno, al tiempo que el propio festival se erige en bastión de la salsa brava en el centro de Europa.
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