Luis Enrique Un regreso sin ataduras

Tota

En estos momentos de su carrera, Luis Enrique no se dejará amarrar por una “camisa de fuerza” que limite su creatividad como cantante, músico y compositor.

Se acabaron los años en que estuvo limitado a las exigencias de las casas discográficas, que promovían sólo el tema más comercial, ignorando una propuesta “coherente” y con “estilo propio”.

El cantautor nicaragüense, cuya carrera tomó un vuelo ascendente en las décadas de 1980 y 1990 en la salsa, está decidido a proyectarse como un artista que llega al público a través de cualquier vertiente musical.

Aclaró que la salsa ha sido la columna vertebral de su propuesta, pero desde el inicio de su trayectoria, se visualizó explorando una diversidad de ritmos. Y aunque su aventura por fusiones que apuntaban hacia el pop podría vincularse al silencio musical en el que estuvo por años, él asegura que la razón principal fue que no se le dio importancia a los trabajos en que demostraba su versatilidad.

“Sé que la salsa ha sido todo en mi carrera, y me encanta. Pero siempre planteé hacer un disco con variedad. En aquel momento, eso no se podía hacer, y ahora es una modalidad entre los artistas que incluyen muchos géneros. Me tenía que limitar a sólo salsa y, cuando quise hacer otras cosas desde ‘Génesis’, no me dieron la importancia que merecía”, destacó el intérprete, radicado en Miami (Florida).

“Lo que siempre quise hacer a nivel discográfico era mostrarme como un artista que maneja diferentes cosas. Desde ‘Mi mundo’ (con éxitos como ‘Solo’ y ‘San Juan sin ti’), por las razones que fuera, ya se estaba paralizando todo. No creo que tal experimentación haya sido la razón principal (del descenso). Es que el problema que nos enfrentamos los artistas con talento y visión es que promueven un tema y dejan caer una propuesta coherente”, apuntó al señalar que tal descuido de las multinacionales redunda en que “en vez de construir artistas, los destruyen”.

Ese deseo de mantener el control por su trabajo musical le ha tomado años, pero ahora está decidido a dejarse llevar por su intuición sin presiones externas.

“Es difícil porque cuando comencé, me criticaban porque mi salsa no era brava, sin embargo, logré mi propio estilo. Luego, quise hacer música diversa, como siempre he querido, y no le dieron importancia, cuando la norma hoy es la variedad. Pero ahora tengo el control”, reiteró.

Señaló que en el “caos” de la industria musical tiene gran peso la forma en que las multinacionales promueven sus productos, más allá de la piratería y las maneras de vender música, entre ellas por Internet.

Su libertad creativa se podrá apreciar en su nuevo proyecto discográfico, bajo el sello Alumbra Records, que creó junto a su manejador Nemesio González.

Este álbum se nutrirá de salsa y fusiones de otros géneros. “Aunque tendrá salsa, quiero incluir otros ritmos. Estamos depurando la idea que quiero plantear en el disco, que tendrá canciones mías, de Amaury Gutiérrez, Fernando Osorio y otros amigos”, reveló sobre el disco que vislumbra lanzar en mayo.