Si eres el/la que cocina:
Es muy frecuente que mientras estás preparando algo surja la tentación de probar un poco de todo, para esto recomendamos que antes de empezar a preparar la recetas prepares una bandejita con unos pasabocas nutritivos y no de "peso", como frutas, jamón y queso.
El pavo es una carne muy sana:
Deja a un lado la carne de cerdo o de cordero y te pases al pavo. Tiene menos grasa y menos calorías, sólo 102 calorías por cada 100 gramos.
A evitar el alcohol:
Las bebidas con alcohol son muy calóricas, suben el nivel de glucosa en sangre (importante para los diabéticos).
Durante estas fechas es muy común hacer dietas, para lucir bien en vestido de baño, pero no es lo más aconsejable porque se va a trastornar pensando en qué comer y qué no. Si no está en forma, si no lo hizo durante 11 meses pues no se "mate" en dos semanas para lograrlo.
Disfrute de estas fechas, no arriesgue su salud y piense en comer bien:
• Proteínas: pescado, pollo sin piel, carne roja magra, mariscos, clara de huevo.
• Vitaminas y minerales: verduras, legumbres y frutas.
• Grasas insaturadas: como el aceite de oliva e hidratos de carbono ricos en fibra.
Por último:
Permítase un desliz sólo en las ocasiones señaladas. Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, víspera de Reyes y Reyes. No hay demasiados problemas si los ‘excesos de calorías’ se limitan a las festividades de esos seis días, sin invadir los días restantes que hay entre uno y otro festivo, ni es bueno sacar los turrones y otros dulces fuera de ese lapso.
Tampoco es una buena idea comer los restos de la cena de Navidad durante los tres días siguientes, porque la dieta se desequilibra mucho. Al contrario, es aconsejable ser frugal en las comidas que no sean de celebración, para compensar en ellas la alimentación festiva.
‘ Siéntese a la mesa sin hambre. Si antes de las comidas navideñas toma unas piezas de fruta y bebe abundante agua, empezará a comer parcialmente saciado y comerá con menos ansia y el aporte de calorías disminuirá.
‘ Cene y después póngase en movimiento. Baile, muévase, camine, ríase, pero ¡huya del sofá y el televisor! La actividad física, siempre que no sea demasiado intensa, es favorable para digerir los alimentos ingeridos durante una cena copiosa, y de paso quemar algunas calorías.
‘ Trabaje en equipo. Un consejo adicional: si comparte la velada con aquellas personas que también estén interesados en cuidar su peso, las tentaciones gastronómicas serán menores.
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