Confesiones de una mente en cita a ciegas
Estar en una relación es algo que te favorece para evitar perder tu tiempo al reunirte con personas que difícilmente podrías estar si se conocieran previamente.
Una amiga se enamoró de un mexicano en Facebook, luego fue msn, luego web cam, mircófono y durante seis meses charlaron y se dijeron que eran almas gemelas. ¿Por qué no podría enamorarme esta noche?
Otra amiga lo intentó pero no fue más que una mala cita, descubrir que ella es más interesante que el tipo y que no tenían nada en común. Una pérdida de tiempo, energía e ilusiones. Pero cuando uno sale con un desconocido a eso se atiene a que gane o pierda todo.
Dependiendo el caso, a mí me ha servido una cita a ciegas para ser quien no soy, para jugar a ser una mjer más atrevida, más segura, menos prevenida y hasta aventurera y eso me ha enseñado cosas de mí misma. El juego hay que abrirlo para aumentar tus posibilidades de salir con más que una cara larga y piedras en la mano.
De alguna manera es emocionante porque nada se planea, puedes terminar sorprendiéndote en la habitación de un hotel como amante casual o cuadrando una segunda cita y más ilusionada (enamorada) del personaje que parece perfecto, hay que atraparlo, no hay que embarrarla.