Confesiones de una mente que no olvida

Tota

Comparando los amores que uno tiene en la vida, siempre me pregunto por qué hay amigas que piensan que lo que han amado no lo vivírán más, es decir, hay momentos en los que uno sospecha que ya no amará más.

Pero yo soy de las tercas y trato de mantener viva la ilusión o la experiencia del amor para no volverme incrédula. Y es precisamente ese amor inolvidable que no se me olida lo que busco y recreo en mis parejas.

Esos hombres que no son iguales pero que permiten pensar en lo que realmente es importante: "una". Si nosotras no sabemos imaginarnos estar siempre enamoradas, cuando el amor regrese a la vida nos tomará como broma y quizá podamos desaprovecharlo creyendo que es otro mal hombre tratando de tener sexo.

Si se te olvida lo que logra el amor permanecerás en el sexo frustrado o en la incertidumbre de saber que nunca más volverá lo que viviste porque lo olvidaste. Si olvidas no vivirás.