1. Si el vehículo es de un particular, trata de llegar con 30 minutos de anticipación. Quizá descubras que están preparando el vehículo para la visita.
2. Trata de hacer una cita con el vendedor en la mañana, después de que el vehículo ha estado parado toda la noche. Así podrás sentir como arranca el auto a primera hora y poder revisar las manchas de aceite y agua en el piso.
3. Trata de inspeccionar los vehículos durante el día, ya que se pueden ver mejor los detalles que por la noche, más aún si el color del auto es oscuro.
4. Pide ayuda a la persona que creas conveniente para que revise junto contigo el auto, ya que habrá detalles que tú no descubras y la otra persona lo haga.
5. No vayas a un lugar que no te inspire confianza o seguridad, busca otra opción. No te encapriches con el primer auto que llame tú atención, trata de obtener muchas opciones para que compares datos.
6. Cuando estés conduciendo el vehículo, busca un lugar tranquilo, maneja despacio (20- 40 Km/h), baja la ventana y escucha los sonidos del vehículo. Sólo debes escuchar el sonido de las llantas sobre el pavimento y no ruidos extraños.
7. Revisa el color de las vestiduras, que no estén rotas o muy sucias, checa la piel en caso de que el auto tenga accesorios de lujo, revisa los focos, faros y calaveras del auto, que todos prendan bien, revisa que funcione bien el radio, cuando enciendas el motor que no tenga ruidos raros y prenda al primer chispazo, que las llantas no presenten daños al igual que los rines. Que la pintura del auto no esté muy quemada o dañada.
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