Por estos días se ha dejado ver por las calles de Los Ángeles, California, metida en un vestido que le quedaba muy ajustado. No conforme con apretar a su bebé con semejante vestido, Kim iba en sandalias. Éstas, que no sólo le impedían moverse con mayor facilidad, sino que ahorcaba sus grandes pies.
Con el embarazo Kim Kardashian se ha hinchado al máximo, como prueba sus enormes pies. Lo peor del caso es que ella parece contar con el apoyo de su pareja, Kanye West, para que salga así a la calle. Pues durante este paseo el cantante iba con ella.
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