Robaban las contraseñas de las cuentas bancarias y hacían transferencias por internet a falsos proveedores.
Cada uno de los que prestaba su cuenta para recibir los supuestos pagos recibía el 10 por ciento del dinero consignado.
Utilizamos cookies propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarte publicidad personalizada a través del análisis de tu navegación, conforme a nuestra política de cookies. Si continúas navegando, aceptas su uso.