Su salida de Cuba

Tota

Ya iniciada la Revolución cubana dirigida por Fidel Castro el 15 de julio de 1960, surge un contrato para la Sonora Matancera en México. Celia nunca imaginó que jamás volvería a pisar suelo cubano. Cuando cumple el mes de estancia en México, recibe la noticia del fallecimiento de su padre Simón Cruz. Ese mismo año la Sonora y Celia viajaron a los Estados Unidos y comenzó a actuar Celia sin la Sonora en el Palladium Ballroom en la ciudad de Nueva York. En 1962, se volvió a integrar con la Sonora Matancera siendo contratados por el empresario Guillermo Arenas.