
Claramente orgullosa por la imagen tan positiva que ofreció su amiga Jennifer del legado musical de la comunidad latina residente en Estados Unidos, Thalía explicó al público estadounidense por qué la actuación de la diva del Bronx fue sin duda "lo mejor" de la noche en la ceremonia celebrada en Los Ángeles; una opinión que no solo justifica con la capacidad de la neoyorquina para brindar espectáculos inolvidables, sino también con el peso que tiene la figura de Celia Cruz en el imaginario popular de toda Latinoamérica.
La diva del pop latino también se sinceró sobre las sensaciones que la invaden ante la inminente llegada de un momento muy especial para ella: la instalación de su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en un evento que tendrá lugar el próximo 5 de diciembre. Sin acabar de asimilar todavía el reconocimiento profesional que recibirá de la industria discográfica estadounidense, a Thalía le hace especial ilusión que su preciada estrella vaya a estar ubicada entre dos emblemáticos nombres de la música latina.
"Estoy muy emocionada por el reconocimiento a mi trayectoria artística, pero todavía no me puedo creer que vaya a tener mi propia estrella en Hollywood. Creo que la van a colocar entre las de Jennifer Lopez y Carmen Miranda, lo que de por sí es otro grandísimo honor del que estoy encantada", confesó.