
El ex gobernador de California es la última cara conocida que se une a los lucrativos anuncios de la Super Bowl, los cuales han costado 4 millones de dólares (3 millones de euros) a sus anunciantes.
La actriz Scarlett Johansson ha sido elegida para protagonizar la campaña de la marca de bebidas SodaStream que se emitirá durante el último cuarto del partido, mientras que Lawrence Fishburne retomará su personaje de ‘Matrix’, Morpheus, para aparecer en un anuncio de Kia Motors en una esperada parodia de una de las escenas más emblemáticas de la primera película.
También han aceptado los jugosos contratos los actores Ben Kingsley, Tom Hiddleston y Mark Strong -los villanos más importantes del cine británico- que participarán en el anuncio de Jaguar.